Cuando consultamos el oráculo obtenemos un hexagrama, probablemente una o más líneas que cambian y forman un nuevo hexagrama. que complementa la información del primero. Tendemos a pensar en ese segundo hexagrama en términos de proyección. No obstante, si consideramos cada hexagrama como la descripción de un clima, de un ambiente, de un humor, podremos hilar más fino y este hexagrama resultante se vuelve más bien una referencia. En el ejemplo de la predicción anterior durante el año 2017 se manifestaría el hexagrama 44 "el encuentro" mutando al hexagrama 6 "el conflicto". Al terminar el año podemos estimar, en líneas muy generales, que el oráculo quiso reflejar el clima que se genera a partir del resurgimiento de la energía yin a partir de las luchas feministas y de género que han desembocado en un ambiente polarizado donde en varios países del cono sur han empezado a surgir regímenes de derecha que prometen la recuperación de los valores tradicionales de una sociedad patriarcal y extractivista como aquella en la que fueron criados nuestros padres y abuelos. A este conflicto no es posible hacerle frente directamente, nos invita a replantearnos, a reinventarnos, a disciplinarnos como nos muestra el hexagrama subsiguiente "El Ejército" en un proceso que sin duda será largo y profundo, pues tiene que ver con las fisuras de una forma de vida que se ha extendido por el planeta durante milenios, donde el crecer, el conquistar, el poder, la dominación y el desarrollo tecnológico han llevado la batuta.
Este 2019 estará marcado por el hexagrama 29, sin mutaciones.
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Un año líquido, en un contexto de escazez hídrica. |
En el I Ching el agua se caracteriza como lo abismal y se pone énfasis en su capacidad de fluir, de atravesar cualquier obstáculo en su incesante caída. A diferencia del zodíaco occidental no son sus profundidades misteriosas a insondables las que nos ocupan, sino su aspecto impetuoso, voraz e implacable que se manifiesta cada vez que existen maremotos o inundaciones. Cada vez que su caudal aumenta el agua se abre paso por sus cauces naturales sin importar aquello que el hombre haya construido alrededor, pero cuando se ve estancada se vuelve tóxica, se pudre hasta que finalmente es reabsorbida por la tierra.
Nos encontraremos con muchos ejemplos de ambas situaciones: movimientos sociales que se alzarán imparables en contra de los abusos, y regímenes asfixiantes que se ahogarán en sus premisas excluyentes. No será un año tranquilo, las pasiones fervorosas nos moverán de un lado a otro, como ocurre en las redes sociales con denuncias y funas de todo tipo. Habrá manipulación, fraude, la posverdad seguirá ganando terreno, generando polarización, dificultando la comprensión mutu. No obstante esta bala mágica también será incontrolable y los sectores conservadores podrían encontrarse acorralados en sus propias redes, tal como el sujeto de la línea 6º.
Lo líquido también tiene que ver con cambios de orientación bruscos, con improvisación (después de todo el agua fluye por donde haya espacio) y planes que se desarman ante la contingencia, lo cual requiere creatividad y ante todo flexibilidad. Ante todo, predicar con el ejemplo. Muchas personas, sobre todo de las generaciones anteriores tienden a pensar en un líder, en un caudillo que arregle las cosas y que logre unificar los movimientos. El agua no necesita un liderazgo para que su cauce permanezca unida, sino simplemente un espacio disponible. Si en nuestra cotidianeidad encontramos una solución, o lo hacemos en un tutorial de youtube o un discurso conmovedor da lo mismo, lo importante es cómo la ejecutamos, y si permanecemos atentos a la acción el cauce de seguro fluirá. Agua no es muy de filosofar, sino de moverse entremedio de los huecos, rellenar, abrirse paso. Si no es por donde yo estoy pulsando no importa, no pasa nada, sigo por donde pueda sin cuestionar mucho se se trata del camino correcto o no. Agua es fiel a si misma y a su entorno, y sin embargo en lo colectivo encuentra la fuerza. El mensaje es seguir adelante, aunque nos sintamos solos y perdidos en medio de la corriente de los hechos.
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Baumann acuñó el concepto de "modernidad líquida" |
También es importante señalar, y ahí es inevitable referirme a Zygman Baumann, que las agrupaciones sociales se reúnen y se desarman, no devienen en estructuras fijas. 2019 no será un año de refugio ni descanso sino de movimiento. ¿Hacia dónde? lo descubriremos mientras nos movemos. Los nostálgicos del orden y de las viejas estructuras que funcionan no la pasarán muy bien este año, a no ser que adquieran la capacidad de transformarse para hacer frente a los innmuerables desafíos que se nos vienen encima.
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