jueves, 17 de diciembre de 2020

2021: volviendo a las raíces

Hace años en esta página nos hemos dedicado a realizar diagnósticos respecto al clima esperado para el próximo ciclo gregoriano. El año pasado anticipamos un año de fuego y nos encontramos no sólo con la pandemia, que trajo transformaciones profundas en nuestras formas de relacionarnos, sino que hemos visto cómo nuestras convicciones se radicalizan, alimentadas por la hoguera algorítmica de las redes sociales, cómo el teletrabajo nos ha obligado a acondicionar nuestro hábitat personal a las necesidades laborales, cómo muchos han comenzado a ofrecer toda clase de saberes y servicios a través de las plataformas virtuales, compartiendo sus experiencias y prácticas y también cómo millones de personas cesantes han debido encontrar nuevas convicciones en medio de la incertidumbre. Pues bien, no está de más recordarles que las convicciones detrás de esta página consisten en entregar pinceladas y posibles metáforas que nos permitan afrontar las meses que vienen y con ello contribuir a desarrollar una mirada poética libre de las polarizaciones antagónicas propias de nuestra mentalidad educada bajo los cánones binarios del judeocristianismo, más allá de valoraciones positivas y negativas. Recomiendo volver a estas páginas una vez transcurrido el año y ver qué acontecimientos sugeridos a continuación no fueron explicitados, y cuáles de ellos sí.

El 2021, en esta tirada del i ching realizada en Chile, se anticipa un año bajo el signo de kun, el trigrama que representa a la madre, y también a la energía de la tierra. Culminando el Campo, Primavera en efecto. [I] De la miríada de seres el propio nacimiento. Por-tanto cediendo recibir el cielo. Campo: munificiente llevar a los seres. Actualizar el tao uniendo sin delimitar. [II] Contener generosidad, la claridad grande. Las clases: ser conjuntando el Crecimiento El caballo hembra: tierra tipificando. Mover, la tierra sin delimitar. Lo Flexible cediendo, Cosechante Prueba. [III] El chün tzu dirigiendo el movimiento. Previo engaño dejar-ir el tao. Después cediendo adquirir normas. Sudoeste: adquirir un socio. [IV] Por-tanto reuniendo tipificar el movimiento. Nordeste: perder un socio. Por-tanto el consumar poseyendo recompensa. De la tranquila Prueba propicia. [V] Corresponder la tierra sin delimitar. Kun es un principio oscuro, y sin embargo bien definido. Representa el espacio, la superficie y encierra en sí mismo una serie de posibilidades ilimitadas que debemos extraer. No obstante, el foco consiste en dejarse llevar, en permanecer receptivos a los acontecimientos y en ningún caso intentar abrir caminos a la fuerza. Si lo hacemos, nos veremos extraviados, perdidos y agotados, e incluso podríamos sufrir grandes daños. Para este ciclo será útil reconocer que nuestra dependencia depende fundamentalmente de la armonía de nuestro entorno, y no de la explotación de los recursos que la tierra nos ofrece. Cualquier intento en este sentido será potencialmente catastrófico no sólo para nosotros mismos sino para el planeta. Por tanto, todos los intentos para retomar la normalidad del ciclo pre pandemia serán infructuosos. Los gobiernos y corporaciones con afanes transformadores se encontrarán con sendos fracasos. Eso que los conspiradores llaman "el nuevo orden mundial" no tiene posibilidades de éxito alguno y traerá más de algún contratiempo. Las formas de organización patriarcales que se encuentran vigentes experimentarán fallos, no serán capaces de dar a bastos con las necesidades de los individuos, el poder y la dominación serán instrumentos infructuosos, ineficaces y traerán enredos, imprevistos. Para aquellos aficionados al orden y a las estructuras definitivamente el 2021 será un año nefasto, y lo experimentarán como una verdadera tragedia. Probablemente los medios instalarán una sensación de caos, algunos clamarán que el Apocalipsis bíblico se nos viene encima. Desorientación, falta de puntos de referencia. Los viejos modelos tienden a caerse irremediablemente e iremos viendo, y experimentando, profundos signos de desgaste. Sin embargo, es importante considerar que no se trata de un final, sino de todo lo contrario. Lo que se terminó es lo viejo, pero se terminó para que algo nuevo comience a fraguarse en medio de la oscuridad. Recomiendo, como herramientas fundamentales, la meditación, el contacto con la naturaleza. Cualquier herramienta que nos desconecte del ego y del poder será bienvenida y nos traerá no sólo mucha paz, sino que nos permitirá desarrollar las habilidades que nos permitirán prosperar en medio de estas nuevas reglas del juego que desde este año empezarán a dar grandes frutos. Si cultivamos en nosotros la escucha y la receptividad no tenemos absolutamente nada que temer y podremos sobrellevar las dificultades reinantes como si no ocurriesen en absoluto. En nosotros, no en gurúes ni iluminados de ninguna clase. No es hora de tomar las riendas, sino de adaptarse. En este paisaje nuevo, el i ching nos entrega dos advertencias preciosas: La primera de ellas: a) Pisar escarcha, endurecer el hielo culminando. b) Pisar escarcha endureciendo el hielo: El yin comienza solidificando por-cierto. Dócilmente comprometer el tao de uno: Culminar endureciendo el hielo por-cierto. Esta es la primera línea del hexagrama: si se pisa la escarcha, es porque viene el hielo. Esto aplica para toda circunstancia. Por tanto, ser cuidadoso donde pisamos, a qué le damos poder. En el i ching, los comienzos son fundamentales. No desde el intentar asegurarnos. Si intentamos asegurarnos, puede que quedemos presos de las consecuencias. Con apertura y haciendo uso de la intuición, no tendremos mayores problemas. Si algo nos hace dudar, resguardarse en nuestro fuero íntimo y sagrado, en nuestros hábitos, en nuestro trabajo interno, en lo cotidiano y no contagiarse ni con la desesperación ni con la locura que podamos sentir alrededor. La segunda advertencia: a) Una vestidura amarilla. Primavera propicia. b) Una vestidura amarilla, Primavera propicia. El modelo situado-en el centro por-cierto. Mesura, confianza en nuestro centro. No es un año para brusquedad ni radicalismos. Es un ciclo interior, íntimo, de resguardo. El cuidarnos nos dará las fuerzas que podremos desplegar en el momento adecuado. No contagiarnos con la sensación de miedo, ni con las alarmas, ni con lo catastrófico que sin duda andará dando vueltas. No se trata del fin del mundo, si no nos dejamos arrastrar. Y finalmente, reiterando lo anterior. Es un año de comienzos, es un parto. Lo difícil que se nos presente, tanto a nivel personal comoa nivel colectivo, son los dolores de parto, de algo nuevo que apenas empieza a manifestarse. Estas dos líneas, ambas dóciles, la primera y la quinta, nos llevan al hexagrama 3: las dificultades del comienzo. Si nos sentimos perdidos en nuestro fuero interno, es momento de compartir entre nosotros, de conversar, de apoyarnos mutuamente y así nos podremos dar cuenta que los dolores que nos aquejan no son sólo nuestros, sino que son dolores compartidos.Y que juntos podemos hacerles frente, si juntos escuchamos y compartimos lo que cada uno, en su fuero interno,podrá ir descubriendo. La clave es empezar a compartir, pero antes de eso, hay que escuchar: no a las autoridades no a los iluminados ni a los gurús, sino a lo que la naturaleza nos irá manifestando, sin intermediarios. Por ello, en esta oportunidad prefiero no anticipar absolutamente nada, sino poner énfasis en mantener la receptividad y la capacidad adaptativa. A hundirse en las profundidades de la tierra, para que nutriéndose en ella, nuestras raíces se hagan fuertes y nos permitan crecer.

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