Chile está viviendo un fenómeno, aparentemente sin precedentes. Desde que el 18 de octubre un grupo de jóvenes decidió evadir el metro, décadas de abusos explotaron en un inmenso estallido social que posee innumerables matices. Hoy intentaré un anàlisis general de la situación a través del i ching, ejemplificando cuando corresponda.
La pregunta de base fue la siguiente:
¿Cómo interpretar el estallido social chileno y proyectar sus consecuencias?
Hexagrama N° 57, sun, lo suave, el viento.
Sun es uno de los 8 trigramas duplicados, y representa la energía de la primavera, una estación de renovación tras el frío gélido del invierno capitalista que, por décadas, ha mantenido a la mayoría de la población fuera de sí mismos, trabajando en pos del éxito personal a costa de infructuosos sacrificios y esfuerzos cuyos resultados apenas alcanzan a disfrutarse. En el 57, el viento penetra por debajo de la puerta, revelando los oscuros secretos bajo la alfombra de la transición a la democracia, un pacto social que permitió descender los índices de pobreza del país a costa de enormes garantías para los grandes capitales que, a partir de la constitución, tuvieron carta blanca para hacer y deshacer, no sólo en condiciones desiguales sino que además con enormes costos a nivel medioambiental, cognitivo y afectivo.
Volviendo al mensaje del hexagrama, aquí se están fraguando grandes transformaciones que no logran percibirse a simple vista y crean la sensación, para quienes han salido continuamente a las calles, que “no se ha avanzado nada”. Lo primero que es preciso tener presente es que los grandes cambios, si bien urgentes, no vendrán de un día para otro. Pero aquello, sin embargo, tampoco quiere decir que no haya que movilizarse hacia ello. En estos tiempos, todas las gotas son necesarias para formar un caudal, que como se ha visto está logrando abarrotar las calles, sobrepasar a cualquier fuerza del orden establecido e incluso ha logrado modificar la fisonomía de las ciudades principales, alterar sus ritmos “normales” de manera sutil, pero imborrable.
El viento agita el polvo, esculpe las rocas, saca a la luz la podredumbre, los secretos, el autoritarismo patriarcal que ya no está interesado en disimularse y abiertamente condena, reprime e intenta aplastar esto que se le antoja una insurrección obstinada y rebelde. Pero ya no es el mismo chile de 1973, ahora cualquier ser humano de a pié tiene acceso a internet, a una cámara fotogràfica. Todo se registra, se evidencia y llegado el momento sale a la luz. Ha habido heridos, por cierto, muertos, torturados, vejados, qué duda cabe, pero muchos más se han salvado ante la vigilancia atenta de una ciudadanía que está comenzando a reconocerse, a mirarse a los ojos, a dejar de lado la competencia feroz para entender que todos compartimos un hogar, un espacio vacío que entre todos tenemos que habitar.
Por cierto, no dejan de haber trampas, letras chicas, autoridades que avanzan y retroceden, vacilantes, indecisas, sin decidirse a ponerse del lado de la tradición republicana o del pueblo que está cansado de reproducir una estructura que se le ha hecho ajena, casi irreal. De tanta reflexión se terminan disparando en el pie, y sus palabras quedan fácilmente en entredicho. Los caudillos no logran entusiasmar, porque de tanto planificar terminan traicionando sus propios intereses de sacar partido.
En la secuencia del i ching sun viene desde el hexagrama 56 “el caminante” que retrata la situación de aquel que es extranjero y se ve impulsado a adentrarse en terrenos desconocidos donde no tiene mucho dominio e influencia. El extranjero apenas logra descansar, no comparte ciertos códigos fundamentales y se ve obligado a adaptarse, a ser cauto y circunspecto para no llamar mucho la atención sobre sí. Dicha generalización podría aplicarse a la gran mayoría de la población que carece de influencia y se ve forzada a acomodarse como mejor puede, con mayor o menor grado de éxito. No obstante, ningún peregrinar es eterno y, eventualmente, terminamos volviendo a habitar un hogar. Ése es el trance en el que la gran mayoría de chilenos se encuentra actualmente.
La tirada estuvo llena de mutaciones. De las 6 líneas sólo la cuarta no sufrió modificaciones, y en un hexagrama como sun esto conlleva un largo proceso de infiltración, que comienza vacilante e imperceptiblemente en la primera línea yin, anunciando que no será fácil destrabar la situación. Se exige perseverancia al actuar, y también al retroceder. No obstante, en la segunda, hay mucha información disponible para ayudar en la tarea de desentrañar este nudo ciego, tanta que en la tercera uno corre el riesgo de darle demasiadas vueltas al asunto y caer en la inmovilidad, y ahí radica el principal peligro de este momento.
Es decir, en la situación chilena el exceso de información es un arma de doble filo, que nos protege de las conspiraciones y abusos pero también puede sumirnos en la apatía y desesperanza tras no ver resultados.
En la línea quinta se habla de reformas, quizás no tan profundas ni radicales como muchos quisiéramos: un proceso constituyente decidido desde las cúpulas, que tiene un sabor demasiado parecido a una burla, pero que así y todo ofrece garantías concretas para comenzar a construir un país distinto a largo plazo, porque seamos realistas: la falta de educación, el individualismo, el cortoplacismo, la cultura del aprovecharse del más débil, del subterfugio, son costumbres demasiado arraigadas como para desconocerse y borrarse de un plumazo. Lo que se requiere es un tránsito generacional, que ya comenzó y que no puede detenerse, excepto en nuestras cabezas ansiosas e inquietas que, desde su desconfianza, amenazan precisamente con convertirse en profecías autocumplidas, transformando una oportunidad histórica en una nueva excusa para un apagón cultural, como ya les ha ocurrido a nuestros vecinos.
Recordemos entonces: lento pero seguro. Qué difícil es desde la urgencia, qué frustrante y poco heroico, pero así suelen ser los procesos profundos.
- Y ojo, sea como sea el resultado final es el hexagrama 24, el retorno, la posibilidad cierta de construirnos un país nuevo después de ese invierno de más de 30 años que comenzó con los militares tomando el país a la fuerza el año 73.