jueves, 27 de abril de 2017

El negociar desde el punto de vista de I Ching: el hexagrama 21

Curioso es que el hexagrama 21 sea más conocido como "Partir con los dientes" que como la imagen de un mercado, que en la mayoría de las versiones que conozco aparece casi como un acápite, o no aparece en absoluto. La imagen del hexagrama es como una boca abierta que presenta un obstáculo para cerrar, que es la línea 4, pero también podríamos atribuir esa misma característica al 22 "la gracia" si nos dejamos llevar sólo por su aspecto.

Partir con los dientes implica la remoción de un obstáculo que impide la unión. Es también la transa, el regateo entre dos personas cuya relación se reduce a obtener algo del otro a cambio de algo que yo entrego. Una vez nos ponemos de acuerdo el regateo acabó y conseguimos lo que deseamos. Energía y decisión hacen a un buen comerciante y a un buen comprador. Vamos a una feria, a un mercado.Los vendedores gritan a los cuatro vientos las bondades de sus productos, uno se acerca y se entabla un diálogo corto y preciso. Trasladémonos a un retail: uno transita por las tiendas y un vendedor se acerca a ofrecer su ayuda, abramos nuestro muro de facebook y veamos cuánto se nos ofrece. El mundo en el que vivimos es muy 21: fugaz, enérgico, preciso, un mundo individualista donde las relaciones sociales están circunscritas a contextos específicos y muy acotados: redes sociales, estudios, trabajo y poco más que eso.

Costanera Center en Chile, un ícono del comercio.



Si nos trasladamos a un plano más íntimo el hexagrama adquiere una connotación de urgencia. Es preciso resolver ya ese asunto que nos inquieta y nos impide una adecuada nutrición, nos nubla la percepción, nos pone trabas en el camino. Es una justicia resolutiva, concisa y eficiente, que a simple vista pareciese más fácil de lo que resulta. Las líneas indagan en esas dificultades o extralimitaciones.

El 21 incluye al trigrama Trueno al interior. Usualmente asociado a la fuerza y a la energía, al ímpetu de movilizarse y activar las circunstancias, trueno sorprende y agita los asuntos. Que esté acompañado de fuego arriba, que a su vez representa la claridad de visión, el dogma que cumple una función unificadora de nuestras ideas y experiencias indica mucha efervescencia, mucha actividad. Los nucleares montaña abajo y agua arriba moderan y matizan esta energía bullante, expansiva y creciente.

La línea uno se queda afuera del mercado, no entra. Somos nosotros mirando a través del escaparate todo eso que no podemos comprar, lo cual vivimos como un castigo, pero alimenta nuestros deseos de progresar y llegar a ser "mas", de lograr acceder a todo aquello que la gente exitosa posee en el 35. Es un tropiezo, un traspie.

La segunda línea es idealista, tiene las cosas bien claras. Sabe lo que quiere y sabe lo que no, por tanto enfrenta la transacción sin esfuerzos, aún cuando es cuestionada e incomprendida dentro de su entorno. Es como el niño que juega con la caja de su enorme regalo de cumpleaños el cual permanece botado en un rincón, o la persona que es feliz comprando artículos de segunda mano. Es alguien cuyo trato resulta un tanto brusco y desmedido, que a menudo se encuentra en conflicto con sus circunstancias y cualquier mínima cosa le molesta al sentir que su esfuerzo no es valorado ni comprendido. Por ello la mutación de esta línea lleva al 38, al antagonismo.

La tercera línea es complicada, aquí los asuntos ya no son tan claros y se arrastran desde hace mucho tiempo. Debemos resolverlos igual. Aquí la mercancía nos salió fallada o descompuesta, nos fallan las fuerzas para reclamar después de tanta impunidad. Hay humillación, hay injusticia. Es una situación difícil, de profundo significado y aprendizaje, que tiene que ver mucho con la ansiedad y la ansiedad aparece cuando dejamos de creer en aquellos pilares que nos sustentan ante lo desconocidio e incierto de la vida, que en el i ching se representan con el hexagrama 30, lo adherido, el fuego. Son las colusiones y monopolios que hacen nuestras vidas un poco más incómodas.

La cuarta línea es aún más difícil. Es el obstáculo que impide la unión, pero hemos conseguido las armas para enfrentarlo apropiadamente, pese a lo que sintamos o pensemos estamos en una posición que nos permite enfrentarnos, ya no estamos desprotegidos aunque nos abrume la dificultad y la incerteza de saber si podremos cumplir nuestros propósitos. Acá la pura voluntad y perseverancia son nuestras armas, nuestras flechas metálicas. Son las demandas colectivas, las superintendencias y los órganos fiscalizadores cuando cumplen sus tareas de regular los trucos y mañas del mercado. Así rompemos el obstáculo.

La quinta línea se lleva encima la parte más pesada, y sin embargo si triunfa será por su suavida y su capacidad de aceptaciòn, su diplomacia y su tacto respaldados por una voluntad de hierro. La "sangre fría" representada en tantas películas de ejecutivos de Wall Street sólo puede ser combatida con mucha paciencia y oblicua inocencia, sin entramparse en ofensivas o demostraciones de fuerza desmedidas y desesperadas. El tao se "impone" sin imponerse al no luchar, se hace flexible al actuar u no olvida la importancia de sus propósitos y convicciones. Así transitamos al hexagrama 25. Quizás no podamos enfrentarnos directo a los peces gordos, porque estamos en desventaja, pero no olvidemos que su tiempo, como toda enfermedad, pasará.

La sexta línea está afuera. No escucha, es ciega y sorda, obstinada y fuera de contexto. No reconoce que el tiempo de negociar ya acabó y pretende continuar en su posición. La naturaleza (el trueno en este caso) se encargarán de mostarle aquello que su soberbia o poca altura de miras. Esta línea nos vale cuando hay aspectos en aquello que consultamos de los cuales no queremos hacernos cargo, y en esos casos nos advierte que en cualquier caso todo caerá por su propio peso.

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