lunes, 1 de febrero de 2021

El hexagrama 25 y la inspiración creadora

 Claro, qué mejor hexagrama para describir procesos creativos. Mientras el 22 quizas se refiere a la obra acabada, a la obra contemplada cuyo efecto es comparable a observar un volcán que contiene en si mismo la promesa de estallar, el 25, que se llama "la inocencia" pero que también es "lo inesperado" y la "no intención" de una imagen que brota, explota sin que nada la contenga y uno simplemente va a la siga de esa explosión, tratando de retener ese chispazo súbito en una forma más o menos reconocible. 

En la secuencia del rey wen sin embargo va primero la forma, la vasija que contiene, la posibilidad de imitarla deshaciéndose de los adornos en la medida de la labor, como la historia de Inanna, la diosa sumeria que para bajar a los infiernos se va despojando de todo adorno, de toda noción aprendida hasta que ya nada la contiene en el 23 y necesita caerse para renovarse en el 24, y en el 25 es donde nos damos cuenta que esa chispa sigue ahí, que nunca desapareció y que sin importar lo que hagamos o no hagamos aquello que se manifiesta encontrara su curso de expresión más allá de nosotros. Ese 25 que se opone a los esfuerzos titánicos de la semilla para abrirse paso en el 46 y transformarse en un árbol fuerte que eche sombra, abono y semillas para las nuevas generaciones. 


Una flor como esta simplemente aparece, puede que nadie se de cuenta nunca, pero ahí está.


"La semilla brotará, a pesar de cualquier esfuerzo consciente, es un proceso natural, y si no brota es porque no era su momento, simplemente" El hombre en cada gota de semen contiene alrededor de 200.000 espermatozoides. ¿Cuantos de ellos llegarán a ser humanos? ¿Cuantos de ellos llegarán a ser personajes? ¿Cuántos de ellos trascenderán las eras? 

El 25 nos enseña que lo importante es la chispa, que la potencialidad, el aquí y el ahora lo son todo. 

Aún cuando su impetuosa primera línea caiga en saco roto hacia el hexagrama 12, no importa, todo hexagrama es solo un momento y cada momento ofrece más de un punto de vista, más de una sola posibilidad de interpretación. 


La segunda línea se somete, es obediente y comprende en seguida el mensaje. Se vuelve cautelosa y atenta, aprende a seguir a la distancia, en silencio y discretamente al tigre del hexagrama 10 para que no lo muerda, y si bien no alcanza a cazarlo al menos se libra de los peligros. 

La tercera línea, de tan entregada que va, se descuida y deja de poner atención a su entorno. Adopta el piloto automático, y queda atrapada por la inercia, ya no puede improvisar y por eso pierde a la vaca, que de cualquier modo sigue dando leche a quien se la llevó. No somos capaces de reproducir aquel impulso que seguimos y se nos arranca, al menos por el momento.

Hay que pasar por ahí, sin duda. Que algo se nos arranque, que algo se nos pierda, nos permite darle importancia, pero comprendiendo que cualquier vinculación con esa chispa es espontánea, como los vínculos que muestra el hexagrama 13, tan distintos a los de su opuesto complementario, el 7 que nacen de la obligación y la disciplina, y exigen esfuerzo. ¿Puede enfrentarse la inspiración de este modo? Si claro, también. 

Si llegamos a las alturas de la cuarta línea puede que comprendamos que aquello que se va siempre regresa, y experimentemos por un instante esa seguridad instintiva de que el universo nos provee de momentos para brillar como aquellos del hexagrama 42, fugaces y potentes. 

Y esos momentos también nos traen la angustia de su inasibilidad, como nos muestra la línea 5. Es una angustia natural, espontánea y pasajera que aparece y desaparece, y siempre podemos cortar de raíz en el hexagrama 21. Así como da lo mismo perderla en la línea 3, da lo mismo empantanarse en esta línea: lo que está sucediendo está sucediendo y tarde o temprano dejará de suceder. 

Y así llegamos a las cumbres del hexagrama, donde ya comenzamos a atisbar que ese momento de inspiración es apenas el inicio de un sendero de trabajo duro, de utilizar las herramientas en el 26, y que si no nos ponemos manos a la obra y transformamos esa inocencia en experiencia no dejaremos de perseguir rastros en el bosque, pero aún así, terminaremos encontrando algo valioso así que tampoco importa demasiado. 

Por eso es que la inocencia es tan difícil de poner en práctica: nos enreda, se nos escapa, nos atrapa y nos envuelve, casi nos obliga a observarla con el ojo externo para poder tallarla y contagiarla, ponerle de nuestra cosecha. Porque los seremos humanos támbien somos transformadores de nuestro entorno y tenemos el bichito de la trascendencia implantado en nuestra conciencia. 

No obstante, sigue dando exactamente lo mismo. Somos. Algún día dejaremos de ser y sin embargo seremos otra cosa. La conciencia de ello suele ser aterradora. ¿No les parece? 

Quizás no. 



domingo, 31 de enero de 2021

Los decretos y el hexagrama 4

Uno de los conceptos favoritos de esta época para aquellas personas que se vuelcan a la práctica espiritual es cómo afectan nuestras percepciones al entorno, y cómo podemos transformar nuestro entorno a partir del entrenamiento de nuestras facultades: esto es, el decreto. Como la mayoría de lo que nos rodea, el enfocar nuestra voluntad para conseguir un efecto en la realidad puede ser un tremendo estímulo o puede utilizarse para justificar las más grandes atrocidades. En los grandes mass media son muchos quienes han utilizado el decreto para justificar la pobreza (el pobre es pobre porque quiere), la violación (por algo atrajo eso a su vida), entre otros temas polémicos. Particularmente como terapeuta he constatado que existe una obsesiones con el estar "bien" con el ser "positivo" para atraer "buenas" vibras y que eso muchas veces nos impide mirar o tomar conciencia de otros estados no tan positivos que experimentamos cotidianamente, creando una disonancia que puede transformarse en una potencial dolencia o en un episodio desafortunado o trágico: un estallido de violencia, una crisis de pánico entre otras posibilidades. Más allá de mi opinión, quise preguntarle al I Ching en qué forma lo que decretamos o pulsamos incide en nuestra realidad y nuestras circunstancias. La respuesta fue el hexagrama 4, la insensatez de la juventud. Cuando meng aparece en nuestras consultas tendemos a asumir la literalidad y crudeza de las palabras del juicio, y a menudo pasamos por alto aquella frase que dice "la insensatez de la juventud tiene éxito". Tiene éxito porque nos permite reconocer que no sabemos, que quizás no tenemos los elementos de juicio, que nos queda mucho por aprender al respecto y estamos en el momento preciso para hacerlo. Pero también podemos dejar que las imágenes nos hablen y dejar de asumir la literalidad de la frase, lo cual es particularmente útil cuando consultamos en abstracto. Podemos decir, por ejemplo, que en este caso no es necesariamente nuestra insensatez sino nuestra inexperiencia la que nos confronta. Y es que la vida jamás deja de mantenerse misteriosa, incontrolable e inaccesible como el trigrama agua, y no nos queda otra que dejarnos llevar por las circunstancias y sólo así seremos capaces de identificar cuando la corriente esté a favor de aquellas decisiones o movimientos que queremos realizar y podremos efectivamente cumplir nuestros decretos. Y aún así, frente a nosotros hay una montaña conformada por historias, secuencias, moldeada por eventos geológicos, por el viento, intervenida por la Flora y fauna, por el hombre o simplemente misteriosa e inexorable frente a nosotros, a la cual podemos mirar y que nos sirve como ejemplo.
Magritte, en esta pintura, captura la idea de decreto magistralmente. 
En esta lectura las dos líneas móviles fueron la primera y la segunda: impulsivas e inexperienciadas, cada una desde una óptica particular. La primera línea es yin, una línea receptiva, demasiado pasiva, que recibe las lecciones de su entorno para aprender de su inexperiencia y moverse en consecuencia. Puede ser una víctima de las circunstancias, circunstancias respecto a las cuales no tenemos control y que nos golpean. Uno no elige a la familia que le tocó, ni el país, ni el medio social donde se desenvuelve. Sin embargo, en ellas uno aprende y modifica su comportamiento. Se adapta con el objeto de aprender y no las niega. Si sólo muta este hexagrama nos vamos al 41, la aminoración, que nos enseña el valor de acomodarnos a las carencias y extraer de ellas las enseñanzas que nos permitan transformarla en riquezas o perlas de sabiduría en el 42. La segunda línea adopta la actitud contraria: aprende a desenvolverse a la fuerza, con ímpetu y voluntad de superación. Es una línea orgullosa, minuciosa, impulsiva y arrolladora, aunque apenas consiga un efecto limitado. La voluntad de transformar circunstancias, de educarnos, de salir adelante para escapar de la incerteza. Que nos lleva derecho al 23, que muchas veces es derrumbe y tantas otras una cáscara vacía que no cumple ninguna función. Enmascarados nuestra realidad con un prisma de colores y creemos que nuestra voluntad y sólo ella todo lo puede. Así sobrellevamos la angustia de la incerteza, pero corremos el riesgo de no ver más allá de nuestras narices, perdemos la atención que es tan fundamental. Ambas posiciones son incorrectas, o quizás la palabra adecuada sea fuera de lugar: la primera demasiado sumisa y conformista, la segunda demasiado orgullosa y tozuda. Este contrapunto de energias, al mutar en conjunto, nos lleva al hexagrama 27: la alimentación. ¿Y cuál es el mensaje del 27? Que la alimentacion es un proceso activo, por supuesto. Pero que encierra un componente receptivo que es tan importante como la acción misma de comer. Es importante discriminar cómo me alimento, cuando me alimento, pero aquello que elijo para alimentarme existe más allá de nosotros y tiene efectos en nuestro organismo. Tiene formas de ser consumido, presenta riesgos de excesos. Podemos decretar situaciones y deseos cuyos efectos pueden ser nocivos y olvidarnos de aquello que nuestro cuerpo necesita, podemos alimentarnos para experimentar el placer de la comida, para apagar nuestras ansiedades, y por supuesto, necesitamos alimentarnos para sobrevivir, y eso nada tiene que ver con nuestra voluntad. Entonces ¿Sirve o no sirve decretar? La respuesta, como acostumbra a mostrarnos en el i ching es "puede ser, depende". Sólo hay que tener cuidado de no engañarse y pensar que la voluntad lo puede todo, y no dejar estar atentos a la información que recibimos de nuestro entorno, solo así podremos comprobar cuán efectivos pueden ser nuestros decretos.

jueves, 17 de diciembre de 2020

2021: volviendo a las raíces

Hace años en esta página nos hemos dedicado a realizar diagnósticos respecto al clima esperado para el próximo ciclo gregoriano. El año pasado anticipamos un año de fuego y nos encontramos no sólo con la pandemia, que trajo transformaciones profundas en nuestras formas de relacionarnos, sino que hemos visto cómo nuestras convicciones se radicalizan, alimentadas por la hoguera algorítmica de las redes sociales, cómo el teletrabajo nos ha obligado a acondicionar nuestro hábitat personal a las necesidades laborales, cómo muchos han comenzado a ofrecer toda clase de saberes y servicios a través de las plataformas virtuales, compartiendo sus experiencias y prácticas y también cómo millones de personas cesantes han debido encontrar nuevas convicciones en medio de la incertidumbre. Pues bien, no está de más recordarles que las convicciones detrás de esta página consisten en entregar pinceladas y posibles metáforas que nos permitan afrontar las meses que vienen y con ello contribuir a desarrollar una mirada poética libre de las polarizaciones antagónicas propias de nuestra mentalidad educada bajo los cánones binarios del judeocristianismo, más allá de valoraciones positivas y negativas. Recomiendo volver a estas páginas una vez transcurrido el año y ver qué acontecimientos sugeridos a continuación no fueron explicitados, y cuáles de ellos sí.

El 2021, en esta tirada del i ching realizada en Chile, se anticipa un año bajo el signo de kun, el trigrama que representa a la madre, y también a la energía de la tierra. Culminando el Campo, Primavera en efecto. [I] De la miríada de seres el propio nacimiento. Por-tanto cediendo recibir el cielo. Campo: munificiente llevar a los seres. Actualizar el tao uniendo sin delimitar. [II] Contener generosidad, la claridad grande. Las clases: ser conjuntando el Crecimiento El caballo hembra: tierra tipificando. Mover, la tierra sin delimitar. Lo Flexible cediendo, Cosechante Prueba. [III] El chün tzu dirigiendo el movimiento. Previo engaño dejar-ir el tao. Después cediendo adquirir normas. Sudoeste: adquirir un socio. [IV] Por-tanto reuniendo tipificar el movimiento. Nordeste: perder un socio. Por-tanto el consumar poseyendo recompensa. De la tranquila Prueba propicia. [V] Corresponder la tierra sin delimitar. Kun es un principio oscuro, y sin embargo bien definido. Representa el espacio, la superficie y encierra en sí mismo una serie de posibilidades ilimitadas que debemos extraer. No obstante, el foco consiste en dejarse llevar, en permanecer receptivos a los acontecimientos y en ningún caso intentar abrir caminos a la fuerza. Si lo hacemos, nos veremos extraviados, perdidos y agotados, e incluso podríamos sufrir grandes daños. Para este ciclo será útil reconocer que nuestra dependencia depende fundamentalmente de la armonía de nuestro entorno, y no de la explotación de los recursos que la tierra nos ofrece. Cualquier intento en este sentido será potencialmente catastrófico no sólo para nosotros mismos sino para el planeta. Por tanto, todos los intentos para retomar la normalidad del ciclo pre pandemia serán infructuosos. Los gobiernos y corporaciones con afanes transformadores se encontrarán con sendos fracasos. Eso que los conspiradores llaman "el nuevo orden mundial" no tiene posibilidades de éxito alguno y traerá más de algún contratiempo. Las formas de organización patriarcales que se encuentran vigentes experimentarán fallos, no serán capaces de dar a bastos con las necesidades de los individuos, el poder y la dominación serán instrumentos infructuosos, ineficaces y traerán enredos, imprevistos. Para aquellos aficionados al orden y a las estructuras definitivamente el 2021 será un año nefasto, y lo experimentarán como una verdadera tragedia. Probablemente los medios instalarán una sensación de caos, algunos clamarán que el Apocalipsis bíblico se nos viene encima. Desorientación, falta de puntos de referencia. Los viejos modelos tienden a caerse irremediablemente e iremos viendo, y experimentando, profundos signos de desgaste. Sin embargo, es importante considerar que no se trata de un final, sino de todo lo contrario. Lo que se terminó es lo viejo, pero se terminó para que algo nuevo comience a fraguarse en medio de la oscuridad. Recomiendo, como herramientas fundamentales, la meditación, el contacto con la naturaleza. Cualquier herramienta que nos desconecte del ego y del poder será bienvenida y nos traerá no sólo mucha paz, sino que nos permitirá desarrollar las habilidades que nos permitirán prosperar en medio de estas nuevas reglas del juego que desde este año empezarán a dar grandes frutos. Si cultivamos en nosotros la escucha y la receptividad no tenemos absolutamente nada que temer y podremos sobrellevar las dificultades reinantes como si no ocurriesen en absoluto. En nosotros, no en gurúes ni iluminados de ninguna clase. No es hora de tomar las riendas, sino de adaptarse. En este paisaje nuevo, el i ching nos entrega dos advertencias preciosas: La primera de ellas: a) Pisar escarcha, endurecer el hielo culminando. b) Pisar escarcha endureciendo el hielo: El yin comienza solidificando por-cierto. Dócilmente comprometer el tao de uno: Culminar endureciendo el hielo por-cierto. Esta es la primera línea del hexagrama: si se pisa la escarcha, es porque viene el hielo. Esto aplica para toda circunstancia. Por tanto, ser cuidadoso donde pisamos, a qué le damos poder. En el i ching, los comienzos son fundamentales. No desde el intentar asegurarnos. Si intentamos asegurarnos, puede que quedemos presos de las consecuencias. Con apertura y haciendo uso de la intuición, no tendremos mayores problemas. Si algo nos hace dudar, resguardarse en nuestro fuero íntimo y sagrado, en nuestros hábitos, en nuestro trabajo interno, en lo cotidiano y no contagiarse ni con la desesperación ni con la locura que podamos sentir alrededor. La segunda advertencia: a) Una vestidura amarilla. Primavera propicia. b) Una vestidura amarilla, Primavera propicia. El modelo situado-en el centro por-cierto. Mesura, confianza en nuestro centro. No es un año para brusquedad ni radicalismos. Es un ciclo interior, íntimo, de resguardo. El cuidarnos nos dará las fuerzas que podremos desplegar en el momento adecuado. No contagiarnos con la sensación de miedo, ni con las alarmas, ni con lo catastrófico que sin duda andará dando vueltas. No se trata del fin del mundo, si no nos dejamos arrastrar. Y finalmente, reiterando lo anterior. Es un año de comienzos, es un parto. Lo difícil que se nos presente, tanto a nivel personal comoa nivel colectivo, son los dolores de parto, de algo nuevo que apenas empieza a manifestarse. Estas dos líneas, ambas dóciles, la primera y la quinta, nos llevan al hexagrama 3: las dificultades del comienzo. Si nos sentimos perdidos en nuestro fuero interno, es momento de compartir entre nosotros, de conversar, de apoyarnos mutuamente y así nos podremos dar cuenta que los dolores que nos aquejan no son sólo nuestros, sino que son dolores compartidos.Y que juntos podemos hacerles frente, si juntos escuchamos y compartimos lo que cada uno, en su fuero interno,podrá ir descubriendo. La clave es empezar a compartir, pero antes de eso, hay que escuchar: no a las autoridades no a los iluminados ni a los gurús, sino a lo que la naturaleza nos irá manifestando, sin intermediarios. Por ello, en esta oportunidad prefiero no anticipar absolutamente nada, sino poner énfasis en mantener la receptividad y la capacidad adaptativa. A hundirse en las profundidades de la tierra, para que nutriéndose en ella, nuestras raíces se hagan fuertes y nos permitan crecer.

viernes, 11 de septiembre de 2020

El I Ching y el Big Data: una consulta personal

 A lo largo del siguiente ejercicio vamos a aprender a utilizar el i ching desde nuestros propios sesgos ideológicos, un tema que ya enuncié a lo largo de mi entrada anterior, que habla sobre el conflicto mapuche, pero que en esta oportunidad pretendo explicitar un poco más. 

Para ello, primero hablaré algunas líneas acerca del concepto de algoritmo. Un algoritmo es una forma de razonamiento lógico que permite describir cualquier acción cotidiana a partir de una cierta secuencia de pasos establecidos. Los algoritmos, por su definición, deben ser sencillos, claros, específicos y explicables. La gracia es que pueden utilizarse en secuencias y cadenas que permiten procesar una gran cantidad de datos de una forma muy simple. Si yo puedo escribir esta entrada y usted, estimadx lector, puede leerla es gracias a cadenas algorítmicas. 

Los algoritmos pueden llevarnos a  descontextualizarnos de nuestro entorno inmediato, desincentivando nuestra curiosidad natural. Si todas las respuestas están dadas por un algoritmo, ya no es necesario que las generemos por nosotros mismos. La búsqueda de conocimiento se reduce a encontrar el algoritmo que nos permita obtener el resultado deseado. Para ello, es prerrequisito desear un resultado.  

La publicidad con la cual somos bombardeados a diario nos ofrece cantidades crecientes de objetos de deseo: el éxito profesional, la superación personal, el bienestar económico, el amor, el conocimiento, e incluso el bienestar espiritual son algunos de los deseos que más o menos todos los seres humanos en algún grado atesoramos y mantenemos. El Nobel alternativo de economía Manfred Max Neef llamó a los objetos culturales y de consumo "satisfactores de necesidades". 

Una graficación del concepto de algoritmo tomada del buscador de google


De esta manera, nuestra actividad se reduce a encontrar el algoritmo adecuado para satisfacer nuestras necesidades y nuestra creatividad a revestir dichos algoritmos de formas novedosas y atractivas. 

Los algoritmos que generan nuestra cultura suelen ser cerrados: me gusta, no me gusta; estoy de acuerdo, estoy en desacuerdo; es un héroe, es un villano; estoy a favor, estoy en contra; es correcto, es incorrecto. Aún ofreciendo matices, los algoritmos prometen ahorrarnos experimentar la vida por nosotros mismos ofreciéndonos la posibilidad de no caer en el error, en el daño, en el tropiezo, la imperfección, lo cual, naturalmente, suele aterrarnos ¿Quién querría equivocarse a propósito? Y ese es un punto particularmente sensible cuando hablamos de decisiones complejas como la economía, los derechos sociales y nuestra forma de organizarnos y relacionarnos con el medio que nos rodea. 

Aquellos que conocemos y utilizamos el i ching, que si bien también se trata de un sistema algorítmico, sabemos que el conocimiento de su sabiduría no reemplazará nuestra experiencia pues nos ofrece un punto de vista con muchos más matices y claroscuros que la "buena fortuna" o la "mala fortuna" que prometen algunos de sus dictámenes, no todos ni la mayoría, por cierto. 

Tras los anteriores párrafos,  donde se ven caracterizados tanto mi conocimiento como mi opinión acerca de los algoritmos, que a pesar de ello son utilizados ampliamente por plataformas como facebook, Instagram y google analytics, las cuales son administradas por profesionales de las comunicaciones como es mi caso y que me causan evidentes resistencias conceptuales e ideológicas (algo rítmicamente "estoy en contra") Quise preguntar al I Ching, otro lenguaje algorítmico el cual utilizo y prefiero, lo siguiente: 

¿Cómo relacionarme desde mi vereda de comunicador con esta realidad algorítmica? 

El I Ching respondió con el hexagrama 13 "La comunidad de los hombres" mutando en su trigrama inferior fuego completamente en el trigrama agua y transformándose en el hexagrama 6 "el conflicto".

Es muy probable que la respuesta entregada esté aludiendo precisamente a este sesgo mío. Si usted, estimado lector, así lo considera, puede elegir no seguir leyendo (algoritmo) o puede continuar la lectura (algoritmo). Yo lo motivaría a elaborar su propia experiencia, independiente de si sigue leyendo y/o no. 

En fin. En este caso mi análisis no se referirá al trigrama cielo, que en ambos casos permanece arriba, intocado, incólume. Hay una parte de la vida que va más allá del ámbito de nuestra experiencia y que tiene que ver con nuestras acciones y su efecto transformador para un espectro más amplio que mi limitada experiencia transformadora. Allí, las infinitas posibilidades creativas se mantienen provocando transformaciones profundas más allá de lo que yo crea o no. 

Sin embargo, en el ámbito interior, limitado de mi experiencia, podemos ver que el fuego, que en el i ching representa la luz que entra por los ojos e ilumina la oscuridad, cambia al agua que representa aquella información que solo podemos experienciar empapándonos de ella, es decir escuchando (en el I Ching el trigrama kan también representa al oído). En el caso del ojo, siempre podemos cerrarlo y la luz no pasará, pero si la abrimos, no podemos elegir cuánta cantidad de luz entra sino que está predeterminada por la capacidad de nuestros bastones y la dilatación de nuestras pupilas (apertura del diafragma) En el caso segundo, no podemos elegir no escuchar aquello que nos rodea (a no ser que nuestro aparato auditivo esté dañado o tapado) pero sí podemos someter lo que escuchamos a toda clase de filtros conscientes pese al poco control que tenemos respecto a aquello que nos llega. 

Dicho de otra manera, en el hexagrama 13 puedo elegir libremente abrirme a utilizar aquella lógica algorítmica o no. En su primera línea, advierte que dicha elección se hace "ante el portón" y que "no hay mácula" pero una vez adentro, no puedo discriminar porque aquello supondría perder aquella libertad de acción anunciada por el hexagrama y me advierte en la tercera que, si escondo armas en el matorral, durante mucho tiempo no seré capaz de apreciar sus evidentes ventajas. Sería caer en sinestesia o pretender "escuchar con los ojos" lo cual evidentemente provocaría un conflicto entre el mundo exterior y mi interioridad. Se trata de estar dispuesto a seguir las reglas básicas del sentido común y no pretender torcerlas para evitar ciertos alcances sesgados. O dicho en lenguaje algorítmico "o lo tomas tal como se te ofrece o no puedes tomarlo". Pero, aquí cobra importancia el hexagrama complementario. "Eres sincero y te refrenan, una cuidadosa demora trae buena fortuna, llevar las cosas hasta el fin trae mala suerte, no conviene cruzar la gran agua". 

Si lo tomo como una verdad y así lo acepto "en libertad de acción" podré cruzar la gran agua, es decir, comunicarme en una era definida en gran medida por términos algorítmicos, pero aún así no puedo hacerlo discriminando porque existe una desconfianza que me lleva a vivirlo como un conflicto que, como se trata de líneas móviles, es algo que fácilmente podría ahorrarme si no cruzo la puerta y simplemente lo observo sin un juicio previo y lo uso cuando haya que usarlo. Así me evito el conflicto y no me comprometo con la algoritmia. 

El sabio amigo i ching sí que es sabio en sus planteamientos ¿verdad? Nos presenta un punto de vista interesante y completamente desapegado y neutral, mientras que al mismo tiempo reconoce mis sesgos. 

Pasa lo mismo con cualquier tipo de preguntas que queramos hacerle. Si aceptamos con neutralidad sus respuestas, lo cual suele presentarse difícil sobre todo en las terceras líneas del hombre, nos evitaremos tropezones y contratiempos. Pero somos humanos, nos gusta revolcarnos y torcer el mundo con el cual interactuamos. He aquí uno de nuestras más grandes paradojas. 


miércoles, 12 de agosto de 2020

La situación actual del conflicto mapuche en Chile: el trabajo en lo que está corrompido

 Hace un par de meses que no actualizaba el blog. Movimientos importantes, cambios de ciudad, burocracia y demasiada información circulando me mantenían alejado de las ideas fértiles. Sin embargo, en mi país están pasando hechos preocupantes:

Un machi, autoridad espiritual del pueblo mapuche, se encuentra a punto de cumplir 100 días de huelga de hambre en condiciones de salud cada vez más críticas. Fue inculpado en la muerte de una pareja de ancianos colonos alemanes en el sur que, décadas antes echaron de esas mismas tierras a su habitante original, otro comunero mapuche. Dicho caso causó gran revuelo mediático por las circunstancias macabras de la muerte y en un momento otra machi, que décadas atrás gano un proceso judicial contra el estado de chile ante una corte internacional, fue inculpada por encubridora y presunta autora intelectual de dicho asesinato en base al testimonio de testigos encubiertos que aseguraron que la machi habría prestado su vivienda para planificar el asalto a las familias.

En otra localidad mapuche aparecen colgadas una madre y una hija. Meses atrás, la madre había denunciado al estado de Chile por usurpación de unos terrenos. Tras una breve investigación, la brigada de investigaciones local concluyó que ambas se habían suicidado, por lo que la fiscalía declaró no perseverar en investigar el caso. 

Una serie de incidentes en diversos municipios al sur del Biobío que terminaron con violentos desalojos por grupos paramilitares, con apoyo de la policía, violando la cuarentena que rige a lo largo de todo el país, y en algunos casos manifestando en las calles y a través de redes sociales consignas racistas. 

Durante el verano florecieron las quilas, una especie de bambú que sólo florecen cada 22 años, marcando, de acuerdo a la tradición, una época oscura y regresiva para el pueblo mapuche, y este año, durante el We Tripantu, hubo un eclipse y se espera otro, que se verá precisamente en ese territorio, para el mes de noviembre. La sucesión de hechos se encuentran esbozados en este artículo sólo a modo de explicar la cadena de eventos que me motivó a consultar al I Ching para intentar comprender el motivo de dichas recurrencias.

Tengo ciertos sesgos al respecto. Soy un profundo admirador de lo poco que conozco acerca de uno de nuestros pueblos más representativos y desde hace casi 15 años he venido siguiendo noticiosamente la sucesión de injusticias que vive el pueblo mapuche, el único de los varios pueblos originarios que ha resistido el despojo sistemático de su territorio, una cultura que privilegiaba la gestión independiente de cada comunidad excepto en casos de fuerza mayor, y principalmente, de una forma de relacionarse con el ecosistema integrándose y aprovechando las posibilidades del territorio en vez de transformarlo para sacarle provecho. 

Mural inspirado en el despertar del pueblo mapuche, taller jj.vv. Cerro Las Cañas, Valparaíso
El Despertar mapuche y Cerro Las Cañas, mural comunitario, creación colectiva, 2017. 


Específicamente mi pregunta fue "¿Cómo se caracteriza, de acuerdo a tu interpretación, el momento que está viviendo el pueblo mapuche actualmente en Chile?".

Hexagrama 18, mutando su trigrama inferior Sun completo, en el hexagrama 27, la alimentación.


Aquí se trata de un conflicto que ha logrado invisibilizarse durante décadas a través de una serie de montajes que han presentado lo que es una lucha contra la ocupación de una cultura chilena que sólo ha perseguido aprovechar sus recursos naturales: hermosos y fértiles territorios llenos de fuentes de agua, árboles nativos, entre otras muchas virtudes. Ahora, lo que era el territorio mapuche está lleno de plantaciones forestales de pinos y eucaliptos, que aportan un 3% del PIB anual del país, aumentando su presencia a tasas del 7% cada año, un cúmulo de ciudades y pueblos que viven hace décadas en la pobreza y la precariedad, donde aún subsisten algunas comunidades repartidas por el territorio y de vez en cuando ocurren enfrentamientos.


Para los gobiernos de centro izquierda que gobernaron el país durante 30 años la estrategia fue potenciar la participación de las comunidades en el negocio forestal para desincentivar reivindicaciones territoriales y constitucionales, lo cual sólo se consiguió parcialmente, puesto que en la zona fueron multiplicándose los hechos de violencia a partir de reivindicaciones territoriales. Los medios oficiales han alimentado la idea de los atentados mapuche que afectan principalmente a camiones madereros y grandes fondos ubicados en lo que originalmente constituía su territorio, pese a que algunos empresarios produjeron varios auto atentados con la anuencia de las autoridades que no han dudado en aplicar ley antiterrorista, construyendo una larga serie de montajes apoyados en testigos protegidos y pruebas introducidas dentro de las comunidades, como lienzos y panfletos fácilmente reconocibles como montajes excepto, casualmente, para los aparatos gubernamentales. Situación que ha incrementado a partir del gobierno de derecha actual, el estallido social, la pandemia y la falta de aprobación sostenida que sufre el gobierno. He aquí lo corrompido. 

Se hace necesario enfrentar con la corrupción proveniente del pasado, de la historia de chile. Una corrupción que tiene como protagonista al padre, autoritario e inflexible, el colonizador que hasta el momento se las ha arreglado para subyugar a esa raza indómita ante la indiferencia de la madre, del ciudadano trabajador que ha preferido no mirar, aunque también ha sido explotado y abusado. 

En la línea uno, que en Ritsema-Katcher se traduce de la siguiente manera, nos encontramos con la siguiente situación: 


Vérselas-con la Corrupción del padre. 

Poseer la condición-de-hijo. 

Antepasados sin falta. 

Adversidad, consumar propicio. 

b) Vérselas-con la Corrupción del padre. 

La intención recibir a los antepasados por-cierto.


Aquí empezamos a enfrentarnos a la corrupción que viene del padre, de nuestro fuero más íntimo: el poder que doblega y somete desde el discurso y con mano de hierro. Es un momento adverso, difícil, de enfrentar al dolor, la incomprensión, la difamación pero no por ello se bajan los brazos. Son las bases de la comunidad las que se reúnen pese a las grandes dificultades, la más grande de ellas es el uso del poder, la violencia, que el padre usa para corregir, para moldear voluntades y conductas. De sobra sabemos que un ambiente violento cria hijos violentos, no tiene sentido ni fundamentos exigir al hijo que no reproduzca las conductas del padre, ni juzgarlo si lo hace.

Luego pasamos a la segunda línea: 

a) Vérselas-con la Corrupción de la madre. 

No permitir la Prueba. 

b) Vérselas-con la Corrupción de la madre. 

Adquirir centrando 

Aquí lo corrupto adquiere otra arista, cuya incidencia ya enuncie en las líneas anteriores. Existe otra violencia más brutal que aquella de los hechos puntuales. Se trata de la invisibilización, la indiferencia de un pueblo que ha vivido a espaldas de sus raíces indígenas, que utiliza la palabra "indio" como un insulto. Que dice "a mí me gusta el merquén y esos adornos de plata pero ellos no tienen por qué andar quemando camiones, si igual reciben ayudas del estado y nosotros no, así que no tienen nada que estar reclamando más encima" y que no es capaz de mirarse a sí misma. Durante el siglo XX, muchas familias mapuche emigraron a la ciudad. Para conseguir trabajo y evitar las burlas millones dejaron de practicar sus costumbres, varios incluso se cambiaron el apellido. No obstante sus descendientes están revalorizando sus raíces. Ya no guardan la tradición de sus ancestros, muchos la han olvidado, pero están mucho más atentos después del estallido social, saben que el abuso que están sufriendo es el mismo que sus antepasados, y están menos dispuesto a tolerarlo. 

Y en la línea 3: 

a) Vérselas-con la Corrupción del padre. 

Lo pequeño posee arrepentimiento. 

Sin lo grande: falta. 

b) Vérselas-con la Corrupción del padre. 

Consumar sin falta por-cierto.

Los mapuche se vanaglorian que resistieron los esfuerzos de los conquistadores durante siglos, y aún en estos días difíciles las comunidades se reúnen, toman determinaciones, se organizan y actúan. No poseen líderes, pero cada comunidad mantiene sus cacerías, que alimentan grupos virtuales, medios de comunicación, realizan podcast explicativos, son capaces de levantar un pequeño murmullo, suficiente como para que huincas champurriados como yo mismo llegue a informarme y sienta la inquietud de escribir al respecto desde mi falta de precisión en los datos y mi emocionalidad que se conmueve ante aquella injusticia de la cual yo mismo no estoy ajeno. 

Y finalmente, silenciosamente, por medio de la información y la difusión la energía inquieta de sun se transforma en la energía voluntariosa y remecedora del trueno, dhsen, que con fuerza se manifiesta ante la tranquila indiferencia de un gobierno alejado de su pueblo allá arriba en la montaña de sus privilegios. 


El hexagrama 27, que en este caso complementa nuestro diagnóstico, nos invita, sobre todo a los chilenos, a discriminar la información que recibimos, a qué fuentes validamos. Quizás las oficiales no sean las más adecuadas, quizás tenemos que informarnos un poquito más para saber. Por eso mismo, y a propósito, no entrego muchos datos duros para que investiguen y sean capaces de armarse su propia opinión. Gracias al i ching, y a aquello que he leído a lo largo de los años a través de puedo entregar una versión muy parcial, y además les dejo los siguientes enlaces: 

Mensaje Machi Juana Callfunao (vía Facebook)

Mensaje del machi Celestino Córdova en huelga de hambre

Medio de comunicación del pueblo mapuche





jueves, 18 de junio de 2020

La importancia del decrecimiento (la aminoración) en el contexto actual

Y de pronto llegó la pandemia. Tarde o temprano, se extendió por todos los rincones del globo. Más allá del país donde nos encontremos, el tipo de gobierno que haya administrado la emergencia y los índices que nos bombardean a diario a través de las redes sociales, está situación de contingencia marca un antes y un después en nuestras vidas. 

En esta entrada, más allá de ahondar en explicaciones y responsabilidades, me gustaría aportar con algunas inspiraciones acerca de los desafíos y oportunidades que representa esta súbita interrupción en un mundo cada vez más intercomunicado y tecnologizado, consumidor y depredador. 

Particularmente, me gustaría hablar del hexagrama 41, la aminoración. 

Las colas en los supermercados en tiempo de aminoración.


En términos esquemáticos, y sin entrar a hablar de los diversos matices que en la práctica existen, para un sistema económico global, basado principalmente en el libre mercado y la apertura comercial, ya partiendo desde la teoría económica, toda contracción representa un momento de crisis que, en los peores casos, exige la intervención de un estado que, en circunstancias normales, debiese tender a ser acotado y no meterse mucho para no crear distorsiones. Las derechas e izquierdas en el mundo discuten incansablemente acerca del rol del estado en torno a la economía, pero ambos suelen estar de acuerdo en la importancia de crear las condiciones para un crecimiento positivo, o al menos un desarrollo sustentable. 

Sin embargo, la filosofía de muchos pueblos antiguos consignó la importancia del decrecimiento como condición sin equa non para el desarrollo sustentable de los territorios y las comunidades. Desde el viejo principio de la rotación de cultivos para no agotar la fertilidad de los suelos, pasando por el sueño de las 7 vacas gordas y las 7 vacas flacas que el profeta Daniel comunicó al faraón en tiempos bíblicos, la sabiduría popular ha señalado la importancia de los períodos de escasez para no agotar indiscriminadamente los recursos. El libro de las mutaciones no es la excepción, y así lo reflejan las siguientes líneas tomadas desde el texto de Ritsema Karcher:

Disminuir, poseer conformidad. 
Primavera propicia. 
Sin falta, permitir la Prueba. 
Cosechante: poseer dirigido el ir. 
Interpelar: tener provecho. 
Dos bandejas permiten aprovechar la ofrenda.

Wilhelm traduce, con algunos matices: 

La aminoración unida a sinceridad
trae excelente fortuna
Hay adelantos emprendiendo algo
¿Qué puede hacerse? 
Se pueden emplear dos escuelas para el sacrificio. 

Vamos a las imágenes. abajo tenemos Sun en el otoño, un ecosistema que duerme y entra en un dulce letargo al compás de las hojas secas y los primeros fríos del invierno. Frente a él una montaña, majestuoso lugar de silencio y reposo. La dulce y coqueta hermana menor es acogida por su sereno e introvertido hermano. Acurrucada, contenida dulcemente, sin violencia. Si vemos las líneas, la tercera línea del hexagrama La Paz, que comienza a tomar conciencia de la naturaleza cíclica del universo, decide resguardarse en las cumbres de la sabiduría, lejos de la actividad mundana.

Es una imagen que nos invita a aquietar nuestras ansias de crecer, emprender y desarrollarnos. Hay que poseer la conformidad para una próxima primavera propicia. Pero aquel intersticio es el momento de los ritos propios del retorno, como muestran los nucleares trueno y tierra. Es un momento sagrado, de mirarnos hacia adentro y encontrar la luz en nuestras profundidades, aquella que nos permitirá activarnos posteriormente. 

Quizás basta simplemente con aprovechar de escucharnos, de mirar alrededor y darnos cuenta de las consecuencias de vivir pensando constantemente en el mañana, en los proyectos, planes, ambiciones y sueños que ocupan parte importante de nuestros pensamientos cotidianos. Sacar nuestra atención de pantallas como ésta, apagar las noticias que nos angustian y quizás por un momento escuchar nuestro alrededor: las brisas que mueven los árboles, los pájaros y animales domésticos de nuestros barrios, los insectos, motores y ruidos de las pocas personas que aún transitan, y si nos toca estar afuera apreciar qué distinto se ve todo desde la cuarentena. 

En la línea uno aceptamos el decrecimiento sin chistar, sin detenernos a pensar en sus implicancias, de buena fe. No reparamos en lo que ocurre con nuestros vecinos y nos apresuramos a reproducir el slogan #quedateencasa. Obedecemos, como el joven necio consciente de su inexperiencia.

Esta placidez, no obstante, sólo nos dura mientras nadie depende de nosotros. En la línea 2, si bien no cuestionamos la necesidad de decrecer, comenzamos a tomar conciencia de la importancia de contar con resguardos para asegurar no sólo nuestra alimentación, sino la de nuestro clan. No dudamos en salir a buscar el sustento si es necesario, y ya no obedecemos como corderitos. Comenzamos a comprender que si nos quieren en casa los estados deben preocuparse de nosotros. 
Y así llegamos a la línea 3, dócil pero mucho más consciente de que no puede seguir a Dios y al diablo al mismo tiempo, y debe optar. O se libera de los condicionamientos e ideas preconcebidas y vive con apertura y confianza la aminoración, manteniendo los ritos y guardando la apertura y la independencia interior podremos descubrir a través de la experiencia colectiva e histórica el camino. 
La línea 4, también yin, nos invita a liberarnos de errores. Los errores en la aminoración tienen que ver principalmente con la falta de previsión y condiciones que hacen que este confinamiento no sea sincero, que en muchos países es consecuencia directa de la indolencia de las clases gobernantes que no se preocupan del bienestar de su pueblo. 
Gobernantes sabios, como el de la línea 5: receptivos, dúctiles que saben someterse a las circunstancias y no luchan por imponer su obstinación ambiciosa. Liderazgos de cualidades nutritivas, que aún en tiempos de escasez cuentan con la bendición de los arquetipos que indican que toda aminoración es un momento, si bien de pobreza, también de acumulación de fuerzas y trabajo interior. 
Y finalmente, el sabio de la sexta, incansable en su peregrinar, que no descansa en sus facultades porque sabe que la tarea es incansable y que luego de conquistar la bonanza vendrán nuevas aminoraciones en formas distintas, y así conserva la sabiduría de no comprometerse, de no aferrarse mucho a sus ideas y convicciones. 

En lo personal, adscrito a los economistas que señalan la importancia del decrecimiento en estos momentos, del simplemente no hacer nada y adaptarse al ritmo más pausado, al refugio de nuestros hogares, y encontrar en el cotidiano la luz que nos permita renovar los disminuidos recursos de este planeta agotado por el consumo y la ambición indiscriminada de la energía yang que en las alturas se vuelve soberbia y desconectada de sus orígenes. 





viernes, 1 de mayo de 2020

El artista proletario en medio de la sociedad de consumo: la línea 3 del hexagrama 7

Hace más o menos un año escribí una entrada inversa a ésta, la cual puedes revisar aquí.

Esta vez, respondiendo a una nueva pregunta personal, me respondió de la manera que intentaré desarrollar s continuación. 

El hexagrama 7 habla de nuestra necesidad de agruparnos para enfrentar los desafíos que implica la supervivencia. La mayoría de las culturas se formó cuando sus miembros de una forma u otra se vieron obligados a enfrentar necesidades colectivas. Si seguimos la secuencia del rey Wen vemos que el Ejército viene después del Conflicto: la inquietud rebelde de kan que lucha por existir ante su padre, que lo observa desde lejos, sin comprenderlo del todo. Entonces, lejos de agitarse, se hunde bajo las faldas de su madre tierra y forma las napas subterráneas (que en el 48, el pozo, son extraídas gracias al contacto con la madera) No es lo que quisiera, por cierto: preferiría ser fiel a su naturaleza y empujar a lo creativo de un lado a otro como lo hace dentro de su propia estructura con los atributos paternios. Sin embargo, se somete ante el cariño abnegado de su madre y se transforma en un pequeño tirano voluntarioso, capaz de multiplicar sus recursos de manera indirecta, asumiendo el mando. Un mando sin mayor perspectiva, por cierto, sino uno que posee una limitada visión de las cosas, pues lo contrario significaría perderse en pensamientos y reflexiones desgastantes.

El visionario e incomprendido artista callejero que aún no desarrolla las herramientas que le permitirían ser comprendido.


"Hay que trabajar, gobierne quien gobierne" dice la línea 2, y estimula a quienes lo rodean a mantener el ritmo, a continuar cultivando las tradiciones, porque así aprendió, así ha sido siempre, y por mucho que quisiéramos no depende de nosotros desarrollar una manera nueva, porque nuestra opinión no es relevante. 

Precisamente son los peligros del 7, un hexagrama que puede experimentarse de manera un tanto extenuante porque no es un momento para filosofar, y cuando lo intentamos en las líneas yin podemos experimentar diversos contratiempos. Uno no puede evitar pensar que quizás el camino de la tradición no es lo más correcto, pero es incapaz de encontrar razones prácticas que justifiquen su sentir y por ello es incapaz de enfrentarse al conductor y sólo puede aspirar a hacerlo indirectamente por medio de comentarios y rumores, disminuyendo así su capacidad de convocatoria, y convirtiéndose en un estorbo. 

Particularmente, la línea 3 nos previene acerca de lo peligroso que es llevar muertos en el coche. Se trata de una línea arrogante, que se siente mucho más instruida que la línea 2 que se encuentra al mando en esta situación y sin embargo no alcanza su nivel de influencia, por tanto comienza a minar su autoridad, aún bajo el riesgo de que el objetivo trazado no se cumpla. En el buen sentido (para aquellos que tendemos a buscar los aspectos positivos) esta línea adquiere la fortaleza para tomarse la ciudad vacía, que es siempre un arma de doble filo. Si está vacía es porque alguien la abandonó en algún momento, y si lo hizo seguro tuvo sus motivos. A veces, no queda otra que tomarla, quizás algún provecho pueda sacarse, pero aquello sólo lo sabe la línea 2, abocada en la tarea de organizar la supervivencia del clan. A veces puede lograr explicar sus utopías, y su opinión se vuelve respetada. Sólo entonces se alcanza la ciudad vacía, la utopía inquietante que no ofrece descanso porque siempre se encuentra un paso más allá.

Jugando un poco con las posibilidades de este hexagrama, desarrollaremos un poco aquello que ocurre en las otras líneas yin del Ejército.

La primera línea es el seguidor entusiasta y sin mayores perspectivas, que sigue sin chistar al conductor hasta que se cansa y se aburre en el octavo mes del hexagrama 19, y entonces vuelca su atención hacia otra cosa.

El funcionario de la línea 4, por su parte, reemplaza su falta de fundamentos con su experiencia, y es capaz de influir en el avance del ejército de una manera propositiva, ampliando la perspectiva del conductor permitiendo un aprovechamiento más racional y estratégico de los recursos, porque es capaz de indentificar y leer los momentos en que la lucha efectivamente es desesperada más allá de simples consideraciones emocionales e inspiraciones vacías.

Por su parte, el débil gobernante de la línea 5 bien puede volverse obstinado y utilizar su autoridad nominal para interponerse con el funcionamiento del ejércitoy llevarlo al más absoluto descontrol en el 29, donde sólo queda improvisar para salir a flote, y cualquier atisbo de conducción se pierde.

Finalmente, el sabio de la línea 6 combina el autodominio y la experiencia para conseguir el objetivo de una forma misteriosa, sin oponerse directamente al ejército, lo cual deja al conductor perplejo y lo hace consciente de su inexperiencia en la línea 4.  

Esta línea 3 carece de sentido práctico, y sin embargo no deja de realizar reflexiones interesantes, que en otro momento podrían resultar muy provechosas. Pero ahora no es el momento, es momento de tomarse la ciudad vacía y ahí veremos qué ocurre. No depende de nosotros o de nuestro control, sino de la conducción del líder designado para dicha tarea, aunque se lo desprecie. Lo más coherente para ella sería dejar de participar en el ejército, pero por algún motivo no puede, se ve impedida. La única esperanza es aquella ciudad vacía que no alcanzamos a vislumbrar, esas metas que para nosotros quizás no tengan mucho sentido, pero que la sociedad nos exige a seguir, por el momento.