El pasado lunes la ONU dio a conocer los resultados de un informe del grupo Intragubernamental de expertos sobre el cambio climático que anuncian consecuencias irreversibles que afectarán drásticamente al clima del planeta durante los próximos 100 años, con un aumento del promedio de temperaturas de al menos 1,5%, de acuerdo a los escenarios más optimistas, si acaso somos capaces de desarrollar estrategias globales que impliquen una transformación radical de nuestras dinámicas de producción extractivista. Si no leíste el informe puedes informarte acerca de su contenido aquí.
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Aumentos entre 1,5 y 4,5° promedio a lo largo del globo, sequías, inundaciones, deshielo de los polos, son sólo algunas de las consecuencias de la actividad humana sobre el ecosistema. |
De acuerdo a dos consultas realizadas al respecto, el i ching nos ilustra los siguientes escenarios:
Respecto a las intenciones detrás de esta dura advertencia, que sin embargo es bastante similar a otros informes de similares características, emitidos a lo largo de los años anteriores, que ya advertían acerca de que el impacto al ecosistema global de la actividad económica humana estaba acercándose peligrosamente a un punto de no retorno, la consulta nos muestra el hexagrama 38, el antagonismo, mutando en sus cuatro líneas interiores, precisamente aquellas donde se concentra la actividas humana, para llegar al hexagrama 37, El Clan.
En palabras sencillas: reconozcámonos a pesar de nuestras diferencias y volvamos a definir la forma en que nos distribuimos las tareas y nos organizamos, de tal manera que el fuego de la humanidad no se extinga y siga alimentándose. Los más sospechosos podrían interpretar que esta respuesta alude a un "nuevo orden mundial" y probablemente no se equivoquen. Ahora ¿se tratará de su variante conspiratoria? Veamos a continuación.
La línea 2, fuerte, se acerca a la energía yin, y además resuena con el suave y amable regente del quinto puesto. Alude, quizás, a la inspiración mística, al encontrar verdades en medio del callejón estrecho que implican las grandes dificultades, en medio de un clima de incomprensión y sospechas crecientes.
En la línea 3 ya las dificultades derivadas del antagonismo se hacen insoportables. Nos tocará sufrir el impacto de la naturaleza inclemente. No es un buen comienzo, pero sí un buen final. Nada mejor que las catástrofes como para volver a encontrarnos en medio de la desprotección y el dolor.
En las líneas superiores fuerzas superiores se acercan con la intención de ayudar. Ideas integradoras, que comienzan a crear puentes entre nosotros a pesar de las dificultades que aún no dejan de golpearnos y exigirnos una acción incesante. Elementos sagrados, que nos reúnen en torno al fuego purificador de una idea matriz que eventualmente termina enfrentando la oposición y convirtiendo aquellas dificultades en herramientas de crecimiento y maduración social.
Y así, en torno al fuego, nos reuniremos a conversar. Nos tocará nuevamente distribuir roles, controlar niñerías, alimentar el fuego y procurarnos sustento.
En cuanto a las consecuencias, el hexagrama 25 nos advierte acerca de esperar lo inesperado, y prepararnos para la catástrofe. No hay planificación que pueda prepararnos para lo que se viene. Sólo la inocencia de volver a sentirnos vulnerables e insignificantes ante la naturaleza, y no la especie dominante del ecosistema junto a la prudencia de captar los mensajes que nos entregará el entorno y la experiencia de la vivencia de todo lo inesperado que se nos viene encima terminará finalmente por provocar que volvamos a escuchar la gran llamada en el hexagrama complementario, ese majestuoso e imponente 45, donde los capaces y sus ayudantes logran reunir aquellas energías desparramadas en torno a esa gran represa que podría ser la gran esperanza para la humanidad, y cuya naturaleza no podemos aún anticipar.