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Estas son las misiones que presenta el Telar de la abundancia: Dar (aporte inicial), Atraer (reclutar seguidores) Apoyar (contención) y Recibir (multiplicar la inversión) |
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El filósofo coreano Byung-Chul Han |
Mi nombre es Jorge Trujillo, tengo 38 años, soy terapeuta de Reiki y trabajo interpretando situaciones a través del I Ching, un milenario libro de sabiduría chino que, a partir de la interacción entre dos principios fundamentales, ofrece claves para comprender la multiplicidad de situaciones de la vida. Aquí encontrarás ejemplos concretos a lo largo de sus diversas entradas
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Estas son las misiones que presenta el Telar de la abundancia: Dar (aporte inicial), Atraer (reclutar seguidores) Apoyar (contención) y Recibir (multiplicar la inversión) |
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El filósofo coreano Byung-Chul Han |
Hay demasiadas cosas que ocurren en nuestras vidas todo el tiempo, pero los momentos regresan. Transfigurados en otros, por cierto, pero regresan.
Una vez un amigo me hizo notar, algo molesto, que cuando estaba con él insistía en traer a colación otros momentos. No era la nostalgia, sino el eco reverberando, pero no logré explicárselo, de hecho, ni siquiera lo sabía entonces.
Hace diez años comencé a practicar danza contemporánea. Como la entiendo ahora, se trata de crear momentos desde el cuerpo, y no la belleza de los movimientos, ni la técnica, ni la flexibilidad, que son los medios desde los cuales los momentos se expresan pero se convierten en todo lo que uno quisiera expresar. Cuando en las clases me pedían improvisar trataba de desarrollar conceptos, ideas difusas de lo que debía ser y muchas veces fallaba, porque no me sentía en el momento. Mi cabeza usualmente está inmersa en muchos pensamientos que una y otra vez reverberan. Acerca del mundo, acerca de mis estados de ánimos, de mis carencias, mis inquietudes, qué se yo. Como cuando tienes ganas de besar a alguien e intentas descubrir si la otra persona comparte esas ganas, porque no estás seguro.
Muchas veces ligar se convierte en un algoritmo: una serie de pasos definidos que inevitablemente se terminan cumpliendo y muchas veces, en no querer que se me arranquen, los voy estirando. La pornografía es un loop interminable, una secuencia que sin embargo buscamos repetir acrobáticamente, tanto que hay gestos que te sacan porque están fuera de lugar en tu imaginario y pertenecen al otro, a aquel ser que, supuestamente, comparte tu deseo. Cuando aparecen, uno se vuelve un fantasma.
Alguien a quien quise mucho hizo de unos envoltorios de chocolate y unas boletas unos fantasmas de papel, y me dijo que siempre iban a acompañarme. Uno trae consigo esos fantasmitas y se empeña en encontrarlos. Pero no es tan difícil conjurarlos si uno está presente. Si lo estamos, cada momento se vuelve único, y ya ni siquiera se asoman las melodías de las escenas de nuestras películas favoritas, ni aquellas canciones ajenas en las que acostumbramos a depositar momentos.
No necesitamos a alguien para crear momentos, éstos apenas son ejemplos, formas de enunciar. Escribir es una forma de documentar ciertas atmósferas que se entretejen con aquellos.
Hoy pregunté por qué me aterra quedarme en los momentos. El i ching me respondió con el hexagrama 61 transitando al 9.
La verdad interior que en su línea tercera, débil, es amansada por lo pequeño, el eco de otro momento inevitablemente perdido cuyo eco se nos hace insoportable y nos hace volver nuestra atención a la forma, a su singularidad, y nos distrae del hecho de que reverbera, y que lo recordamos porque vuelve, despojado de las envolturas espaciotemporales y socioafectivas. Cuando tratamos de apropiarnos del yin arrebatadamente y olvidamos la advertencia del hexagrama 44. "La doncella es poderosa, no conviene desposarse con ella" porque no es para que nos apropiemos, de hecho incluso nos podemos dar cuenta. ¿qué sentido tiene hacerlo?
Va y viene.
Claro, qué mejor hexagrama para describir procesos creativos. Mientras el 22 quizas se refiere a la obra acabada, a la obra contemplada cuyo efecto es comparable a observar un volcán que contiene en si mismo la promesa de estallar, el 25, que se llama "la inocencia" pero que también es "lo inesperado" y la "no intención" de una imagen que brota, explota sin que nada la contenga y uno simplemente va a la siga de esa explosión, tratando de retener ese chispazo súbito en una forma más o menos reconocible.
En la secuencia del rey wen sin embargo va primero la forma, la vasija que contiene, la posibilidad de imitarla deshaciéndose de los adornos en la medida de la labor, como la historia de Inanna, la diosa sumeria que para bajar a los infiernos se va despojando de todo adorno, de toda noción aprendida hasta que ya nada la contiene en el 23 y necesita caerse para renovarse en el 24, y en el 25 es donde nos damos cuenta que esa chispa sigue ahí, que nunca desapareció y que sin importar lo que hagamos o no hagamos aquello que se manifiesta encontrara su curso de expresión más allá de nosotros. Ese 25 que se opone a los esfuerzos titánicos de la semilla para abrirse paso en el 46 y transformarse en un árbol fuerte que eche sombra, abono y semillas para las nuevas generaciones.
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Una flor como esta simplemente aparece, puede que nadie se de cuenta nunca, pero ahí está. |
"La semilla brotará, a pesar de cualquier esfuerzo consciente, es un proceso natural, y si no brota es porque no era su momento, simplemente" El hombre en cada gota de semen contiene alrededor de 200.000 espermatozoides. ¿Cuantos de ellos llegarán a ser humanos? ¿Cuantos de ellos llegarán a ser personajes? ¿Cuántos de ellos trascenderán las eras?
El 25 nos enseña que lo importante es la chispa, que la potencialidad, el aquí y el ahora lo son todo.
Aún cuando su impetuosa primera línea caiga en saco roto hacia el hexagrama 12, no importa, todo hexagrama es solo un momento y cada momento ofrece más de un punto de vista, más de una sola posibilidad de interpretación.
La segunda línea se somete, es obediente y comprende en seguida el mensaje. Se vuelve cautelosa y atenta, aprende a seguir a la distancia, en silencio y discretamente al tigre del hexagrama 10 para que no lo muerda, y si bien no alcanza a cazarlo al menos se libra de los peligros.
La tercera línea, de tan entregada que va, se descuida y deja de poner atención a su entorno. Adopta el piloto automático, y queda atrapada por la inercia, ya no puede improvisar y por eso pierde a la vaca, que de cualquier modo sigue dando leche a quien se la llevó. No somos capaces de reproducir aquel impulso que seguimos y se nos arranca, al menos por el momento.
Hay que pasar por ahí, sin duda. Que algo se nos arranque, que algo se nos pierda, nos permite darle importancia, pero comprendiendo que cualquier vinculación con esa chispa es espontánea, como los vínculos que muestra el hexagrama 13, tan distintos a los de su opuesto complementario, el 7 que nacen de la obligación y la disciplina, y exigen esfuerzo. ¿Puede enfrentarse la inspiración de este modo? Si claro, también.
Si llegamos a las alturas de la cuarta línea puede que comprendamos que aquello que se va siempre regresa, y experimentemos por un instante esa seguridad instintiva de que el universo nos provee de momentos para brillar como aquellos del hexagrama 42, fugaces y potentes.
Y esos momentos también nos traen la angustia de su inasibilidad, como nos muestra la línea 5. Es una angustia natural, espontánea y pasajera que aparece y desaparece, y siempre podemos cortar de raíz en el hexagrama 21. Así como da lo mismo perderla en la línea 3, da lo mismo empantanarse en esta línea: lo que está sucediendo está sucediendo y tarde o temprano dejará de suceder.
Y así llegamos a las cumbres del hexagrama, donde ya comenzamos a atisbar que ese momento de inspiración es apenas el inicio de un sendero de trabajo duro, de utilizar las herramientas en el 26, y que si no nos ponemos manos a la obra y transformamos esa inocencia en experiencia no dejaremos de perseguir rastros en el bosque, pero aún así, terminaremos encontrando algo valioso así que tampoco importa demasiado.
Por eso es que la inocencia es tan difícil de poner en práctica: nos enreda, se nos escapa, nos atrapa y nos envuelve, casi nos obliga a observarla con el ojo externo para poder tallarla y contagiarla, ponerle de nuestra cosecha. Porque los seremos humanos támbien somos transformadores de nuestro entorno y tenemos el bichito de la trascendencia implantado en nuestra conciencia.
No obstante, sigue dando exactamente lo mismo. Somos. Algún día dejaremos de ser y sin embargo seremos otra cosa. La conciencia de ello suele ser aterradora. ¿No les parece?
Quizás no.
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Magritte, en esta pintura, captura la idea de decreto magistralmente. |
Hace años en esta página nos hemos dedicado a realizar diagnósticos respecto al clima esperado para el próximo ciclo gregoriano. El año pasado anticipamos un año de fuego y nos encontramos no sólo con la pandemia, que trajo transformaciones profundas en nuestras formas de relacionarnos, sino que hemos visto cómo nuestras convicciones se radicalizan, alimentadas por la hoguera algorítmica de las redes sociales, cómo el teletrabajo nos ha obligado a acondicionar nuestro hábitat personal a las necesidades laborales, cómo muchos han comenzado a ofrecer toda clase de saberes y servicios a través de las plataformas virtuales, compartiendo sus experiencias y prácticas y también cómo millones de personas cesantes han debido encontrar nuevas convicciones en medio de la incertidumbre. Pues bien, no está de más recordarles que las convicciones detrás de esta página consisten en entregar pinceladas y posibles metáforas que nos permitan afrontar las meses que vienen y con ello contribuir a desarrollar una mirada poética libre de las polarizaciones antagónicas propias de nuestra mentalidad educada bajo los cánones binarios del judeocristianismo, más allá de valoraciones positivas y negativas. Recomiendo volver a estas páginas una vez transcurrido el año y ver qué acontecimientos sugeridos a continuación no fueron explicitados, y cuáles de ellos sí.
El 2021, en esta tirada del i ching realizada en Chile, se anticipa un año bajo el signo de kun, el trigrama que representa a la madre, y también a la energía de la tierra. Culminando el Campo, Primavera en efecto. [I] De la miríada de seres el propio nacimiento. Por-tanto cediendo recibir el cielo. Campo: munificiente llevar a los seres. Actualizar el tao uniendo sin delimitar. [II] Contener generosidad, la claridad grande. Las clases: ser conjuntando el Crecimiento El caballo hembra: tierra tipificando. Mover, la tierra sin delimitar. Lo Flexible cediendo, Cosechante Prueba. [III] El chün tzu dirigiendo el movimiento. Previo engaño dejar-ir el tao. Después cediendo adquirir normas. Sudoeste: adquirir un socio. [IV] Por-tanto reuniendo tipificar el movimiento. Nordeste: perder un socio. Por-tanto el consumar poseyendo recompensa. De la tranquila Prueba propicia. [V] Corresponder la tierra sin delimitar. Kun es un principio oscuro, y sin embargo bien definido. Representa el espacio, la superficie y encierra en sí mismo una serie de posibilidades ilimitadas que debemos extraer. No obstante, el foco consiste en dejarse llevar, en permanecer receptivos a los acontecimientos y en ningún caso intentar abrir caminos a la fuerza. Si lo hacemos, nos veremos extraviados, perdidos y agotados, e incluso podríamos sufrir grandes daños. Para este ciclo será útil reconocer que nuestra dependencia depende fundamentalmente de la armonía de nuestro entorno, y no de la explotación de los recursos que la tierra nos ofrece. Cualquier intento en este sentido será potencialmente catastrófico no sólo para nosotros mismos sino para el planeta. Por tanto, todos los intentos para retomar la normalidad del ciclo pre pandemia serán infructuosos. Los gobiernos y corporaciones con afanes transformadores se encontrarán con sendos fracasos. Eso que los conspiradores llaman "el nuevo orden mundial" no tiene posibilidades de éxito alguno y traerá más de algún contratiempo. Las formas de organización patriarcales que se encuentran vigentes experimentarán fallos, no serán capaces de dar a bastos con las necesidades de los individuos, el poder y la dominación serán instrumentos infructuosos, ineficaces y traerán enredos, imprevistos. Para aquellos aficionados al orden y a las estructuras definitivamente el 2021 será un año nefasto, y lo experimentarán como una verdadera tragedia. Probablemente los medios instalarán una sensación de caos, algunos clamarán que el Apocalipsis bíblico se nos viene encima. Desorientación, falta de puntos de referencia. Los viejos modelos tienden a caerse irremediablemente e iremos viendo, y experimentando, profundos signos de desgaste. Sin embargo, es importante considerar que no se trata de un final, sino de todo lo contrario. Lo que se terminó es lo viejo, pero se terminó para que algo nuevo comience a fraguarse en medio de la oscuridad. Recomiendo, como herramientas fundamentales, la meditación, el contacto con la naturaleza. Cualquier herramienta que nos desconecte del ego y del poder será bienvenida y nos traerá no sólo mucha paz, sino que nos permitirá desarrollar las habilidades que nos permitirán prosperar en medio de estas nuevas reglas del juego que desde este año empezarán a dar grandes frutos. Si cultivamos en nosotros la escucha y la receptividad no tenemos absolutamente nada que temer y podremos sobrellevar las dificultades reinantes como si no ocurriesen en absoluto. En nosotros, no en gurúes ni iluminados de ninguna clase. No es hora de tomar las riendas, sino de adaptarse. En este paisaje nuevo, el i ching nos entrega dos advertencias preciosas: La primera de ellas: a) Pisar escarcha, endurecer el hielo culminando. b) Pisar escarcha endureciendo el hielo: El yin comienza solidificando por-cierto. Dócilmente comprometer el tao de uno: Culminar endureciendo el hielo por-cierto. Esta es la primera línea del hexagrama: si se pisa la escarcha, es porque viene el hielo. Esto aplica para toda circunstancia. Por tanto, ser cuidadoso donde pisamos, a qué le damos poder. En el i ching, los comienzos son fundamentales. No desde el intentar asegurarnos. Si intentamos asegurarnos, puede que quedemos presos de las consecuencias. Con apertura y haciendo uso de la intuición, no tendremos mayores problemas. Si algo nos hace dudar, resguardarse en nuestro fuero íntimo y sagrado, en nuestros hábitos, en nuestro trabajo interno, en lo cotidiano y no contagiarse ni con la desesperación ni con la locura que podamos sentir alrededor. La segunda advertencia: a) Una vestidura amarilla. Primavera propicia. b) Una vestidura amarilla, Primavera propicia. El modelo situado-en el centro por-cierto. Mesura, confianza en nuestro centro. No es un año para brusquedad ni radicalismos. Es un ciclo interior, íntimo, de resguardo. El cuidarnos nos dará las fuerzas que podremos desplegar en el momento adecuado. No contagiarnos con la sensación de miedo, ni con las alarmas, ni con lo catastrófico que sin duda andará dando vueltas. No se trata del fin del mundo, si no nos dejamos arrastrar. Y finalmente, reiterando lo anterior. Es un año de comienzos, es un parto. Lo difícil que se nos presente, tanto a nivel personal comoa nivel colectivo, son los dolores de parto, de algo nuevo que apenas empieza a manifestarse. Estas dos líneas, ambas dóciles, la primera y la quinta, nos llevan al hexagrama 3: las dificultades del comienzo. Si nos sentimos perdidos en nuestro fuero interno, es momento de compartir entre nosotros, de conversar, de apoyarnos mutuamente y así nos podremos dar cuenta que los dolores que nos aquejan no son sólo nuestros, sino que son dolores compartidos.Y que juntos podemos hacerles frente, si juntos escuchamos y compartimos lo que cada uno, en su fuero interno,podrá ir descubriendo. La clave es empezar a compartir, pero antes de eso, hay que escuchar: no a las autoridades no a los iluminados ni a los gurús, sino a lo que la naturaleza nos irá manifestando, sin intermediarios. Por ello, en esta oportunidad prefiero no anticipar absolutamente nada, sino poner énfasis en mantener la receptividad y la capacidad adaptativa. A hundirse en las profundidades de la tierra, para que nutriéndose en ella, nuestras raíces se hagan fuertes y nos permitan crecer.A lo largo del siguiente ejercicio vamos a aprender a utilizar el i ching desde nuestros propios sesgos ideológicos, un tema que ya enuncié a lo largo de mi entrada anterior, que habla sobre el conflicto mapuche, pero que en esta oportunidad pretendo explicitar un poco más.
Para ello, primero hablaré algunas líneas acerca del concepto de algoritmo. Un algoritmo es una forma de razonamiento lógico que permite describir cualquier acción cotidiana a partir de una cierta secuencia de pasos establecidos. Los algoritmos, por su definición, deben ser sencillos, claros, específicos y explicables. La gracia es que pueden utilizarse en secuencias y cadenas que permiten procesar una gran cantidad de datos de una forma muy simple. Si yo puedo escribir esta entrada y usted, estimadx lector, puede leerla es gracias a cadenas algorítmicas.
Los algoritmos pueden llevarnos a descontextualizarnos de nuestro entorno inmediato, desincentivando nuestra curiosidad natural. Si todas las respuestas están dadas por un algoritmo, ya no es necesario que las generemos por nosotros mismos. La búsqueda de conocimiento se reduce a encontrar el algoritmo que nos permita obtener el resultado deseado. Para ello, es prerrequisito desear un resultado.
La publicidad con la cual somos bombardeados a diario nos ofrece cantidades crecientes de objetos de deseo: el éxito profesional, la superación personal, el bienestar económico, el amor, el conocimiento, e incluso el bienestar espiritual son algunos de los deseos que más o menos todos los seres humanos en algún grado atesoramos y mantenemos. El Nobel alternativo de economía Manfred Max Neef llamó a los objetos culturales y de consumo "satisfactores de necesidades".
De esta manera, nuestra actividad se reduce a encontrar el algoritmo adecuado para satisfacer nuestras necesidades y nuestra creatividad a revestir dichos algoritmos de formas novedosas y atractivas.
Los algoritmos que generan nuestra cultura suelen ser cerrados: me gusta, no me gusta; estoy de acuerdo, estoy en desacuerdo; es un héroe, es un villano; estoy a favor, estoy en contra; es correcto, es incorrecto. Aún ofreciendo matices, los algoritmos prometen ahorrarnos experimentar la vida por nosotros mismos ofreciéndonos la posibilidad de no caer en el error, en el daño, en el tropiezo, la imperfección, lo cual, naturalmente, suele aterrarnos ¿Quién querría equivocarse a propósito? Y ese es un punto particularmente sensible cuando hablamos de decisiones complejas como la economía, los derechos sociales y nuestra forma de organizarnos y relacionarnos con el medio que nos rodea.
Aquellos que conocemos y utilizamos el i ching, que si bien también se trata de un sistema algorítmico, sabemos que el conocimiento de su sabiduría no reemplazará nuestra experiencia pues nos ofrece un punto de vista con muchos más matices y claroscuros que la "buena fortuna" o la "mala fortuna" que prometen algunos de sus dictámenes, no todos ni la mayoría, por cierto.
Tras los anteriores párrafos, donde se ven caracterizados tanto mi conocimiento como mi opinión acerca de los algoritmos, que a pesar de ello son utilizados ampliamente por plataformas como facebook, Instagram y google analytics, las cuales son administradas por profesionales de las comunicaciones como es mi caso y que me causan evidentes resistencias conceptuales e ideológicas (algo rítmicamente "estoy en contra") Quise preguntar al I Ching, otro lenguaje algorítmico el cual utilizo y prefiero, lo siguiente:
¿Cómo relacionarme desde mi vereda de comunicador con esta realidad algorítmica?
El I Ching respondió con el hexagrama 13 "La comunidad de los hombres" mutando en su trigrama inferior fuego completamente en el trigrama agua y transformándose en el hexagrama 6 "el conflicto".
Es muy probable que la respuesta entregada esté aludiendo precisamente a este sesgo mío. Si usted, estimado lector, así lo considera, puede elegir no seguir leyendo (algoritmo) o puede continuar la lectura (algoritmo). Yo lo motivaría a elaborar su propia experiencia, independiente de si sigue leyendo y/o no.
En fin. En este caso mi análisis no se referirá al trigrama cielo, que en ambos casos permanece arriba, intocado, incólume. Hay una parte de la vida que va más allá del ámbito de nuestra experiencia y que tiene que ver con nuestras acciones y su efecto transformador para un espectro más amplio que mi limitada experiencia transformadora. Allí, las infinitas posibilidades creativas se mantienen provocando transformaciones profundas más allá de lo que yo crea o no.
Sin embargo, en el ámbito interior, limitado de mi experiencia, podemos ver que el fuego, que en el i ching representa la luz que entra por los ojos e ilumina la oscuridad, cambia al agua que representa aquella información que solo podemos experienciar empapándonos de ella, es decir escuchando (en el I Ching el trigrama kan también representa al oído). En el caso del ojo, siempre podemos cerrarlo y la luz no pasará, pero si la abrimos, no podemos elegir cuánta cantidad de luz entra sino que está predeterminada por la capacidad de nuestros bastones y la dilatación de nuestras pupilas (apertura del diafragma) En el caso segundo, no podemos elegir no escuchar aquello que nos rodea (a no ser que nuestro aparato auditivo esté dañado o tapado) pero sí podemos someter lo que escuchamos a toda clase de filtros conscientes pese al poco control que tenemos respecto a aquello que nos llega.
Dicho de otra manera, en el hexagrama 13 puedo elegir libremente abrirme a utilizar aquella lógica algorítmica o no. En su primera línea, advierte que dicha elección se hace "ante el portón" y que "no hay mácula" pero una vez adentro, no puedo discriminar porque aquello supondría perder aquella libertad de acción anunciada por el hexagrama y me advierte en la tercera que, si escondo armas en el matorral, durante mucho tiempo no seré capaz de apreciar sus evidentes ventajas. Sería caer en sinestesia o pretender "escuchar con los ojos" lo cual evidentemente provocaría un conflicto entre el mundo exterior y mi interioridad. Se trata de estar dispuesto a seguir las reglas básicas del sentido común y no pretender torcerlas para evitar ciertos alcances sesgados. O dicho en lenguaje algorítmico "o lo tomas tal como se te ofrece o no puedes tomarlo". Pero, aquí cobra importancia el hexagrama complementario. "Eres sincero y te refrenan, una cuidadosa demora trae buena fortuna, llevar las cosas hasta el fin trae mala suerte, no conviene cruzar la gran agua".
Si lo tomo como una verdad y así lo acepto "en libertad de acción" podré cruzar la gran agua, es decir, comunicarme en una era definida en gran medida por términos algorítmicos, pero aún así no puedo hacerlo discriminando porque existe una desconfianza que me lleva a vivirlo como un conflicto que, como se trata de líneas móviles, es algo que fácilmente podría ahorrarme si no cruzo la puerta y simplemente lo observo sin un juicio previo y lo uso cuando haya que usarlo. Así me evito el conflicto y no me comprometo con la algoritmia.
El sabio amigo i ching sí que es sabio en sus planteamientos ¿verdad? Nos presenta un punto de vista interesante y completamente desapegado y neutral, mientras que al mismo tiempo reconoce mis sesgos.
Pasa lo mismo con cualquier tipo de preguntas que queramos hacerle. Si aceptamos con neutralidad sus respuestas, lo cual suele presentarse difícil sobre todo en las terceras líneas del hombre, nos evitaremos tropezones y contratiempos. Pero somos humanos, nos gusta revolcarnos y torcer el mundo con el cual interactuamos. He aquí uno de nuestras más grandes paradojas.
Hace un par de meses que no actualizaba el blog. Movimientos importantes, cambios de ciudad, burocracia y demasiada información circulando me mantenían alejado de las ideas fértiles. Sin embargo, en mi país están pasando hechos preocupantes:
Un machi, autoridad espiritual del pueblo mapuche, se encuentra a punto de cumplir 100 días de huelga de hambre en condiciones de salud cada vez más críticas. Fue inculpado en la muerte de una pareja de ancianos colonos alemanes en el sur que, décadas antes echaron de esas mismas tierras a su habitante original, otro comunero mapuche. Dicho caso causó gran revuelo mediático por las circunstancias macabras de la muerte y en un momento otra machi, que décadas atrás gano un proceso judicial contra el estado de chile ante una corte internacional, fue inculpada por encubridora y presunta autora intelectual de dicho asesinato en base al testimonio de testigos encubiertos que aseguraron que la machi habría prestado su vivienda para planificar el asalto a las familias.
En otra localidad mapuche aparecen colgadas una madre y una hija. Meses atrás, la madre había denunciado al estado de Chile por usurpación de unos terrenos. Tras una breve investigación, la brigada de investigaciones local concluyó que ambas se habían suicidado, por lo que la fiscalía declaró no perseverar en investigar el caso.
Una serie de incidentes en diversos municipios al sur del Biobío que terminaron con violentos desalojos por grupos paramilitares, con apoyo de la policía, violando la cuarentena que rige a lo largo de todo el país, y en algunos casos manifestando en las calles y a través de redes sociales consignas racistas.
Durante el verano florecieron las quilas, una especie de bambú que sólo florecen cada 22 años, marcando, de acuerdo a la tradición, una época oscura y regresiva para el pueblo mapuche, y este año, durante el We Tripantu, hubo un eclipse y se espera otro, que se verá precisamente en ese territorio, para el mes de noviembre. La sucesión de hechos se encuentran esbozados en este artículo sólo a modo de explicar la cadena de eventos que me motivó a consultar al I Ching para intentar comprender el motivo de dichas recurrencias.
Tengo ciertos sesgos al respecto. Soy un profundo admirador de lo poco que conozco acerca de uno de nuestros pueblos más representativos y desde hace casi 15 años he venido siguiendo noticiosamente la sucesión de injusticias que vive el pueblo mapuche, el único de los varios pueblos originarios que ha resistido el despojo sistemático de su territorio, una cultura que privilegiaba la gestión independiente de cada comunidad excepto en casos de fuerza mayor, y principalmente, de una forma de relacionarse con el ecosistema integrándose y aprovechando las posibilidades del territorio en vez de transformarlo para sacarle provecho.
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El Despertar mapuche y Cerro Las Cañas, mural comunitario, creación colectiva, 2017. |
Específicamente mi pregunta fue "¿Cómo se caracteriza, de acuerdo a tu interpretación, el momento que está viviendo el pueblo mapuche actualmente en Chile?".
Hexagrama 18, mutando su trigrama inferior Sun completo, en el hexagrama 27, la alimentación.
Aquí se trata de un conflicto que ha logrado invisibilizarse durante décadas a través de una serie de montajes que han presentado lo que es una lucha contra la ocupación de una cultura chilena que sólo ha perseguido aprovechar sus recursos naturales: hermosos y fértiles territorios llenos de fuentes de agua, árboles nativos, entre otras muchas virtudes. Ahora, lo que era el territorio mapuche está lleno de plantaciones forestales de pinos y eucaliptos, que aportan un 3% del PIB anual del país, aumentando su presencia a tasas del 7% cada año, un cúmulo de ciudades y pueblos que viven hace décadas en la pobreza y la precariedad, donde aún subsisten algunas comunidades repartidas por el territorio y de vez en cuando ocurren enfrentamientos.
Para los gobiernos de centro izquierda que gobernaron el país durante 30 años la estrategia fue potenciar la participación de las comunidades en el negocio forestal para desincentivar reivindicaciones territoriales y constitucionales, lo cual sólo se consiguió parcialmente, puesto que en la zona fueron multiplicándose los hechos de violencia a partir de reivindicaciones territoriales. Los medios oficiales han alimentado la idea de los atentados mapuche que afectan principalmente a camiones madereros y grandes fondos ubicados en lo que originalmente constituía su territorio, pese a que algunos empresarios produjeron varios auto atentados con la anuencia de las autoridades que no han dudado en aplicar ley antiterrorista, construyendo una larga serie de montajes apoyados en testigos protegidos y pruebas introducidas dentro de las comunidades, como lienzos y panfletos fácilmente reconocibles como montajes excepto, casualmente, para los aparatos gubernamentales. Situación que ha incrementado a partir del gobierno de derecha actual, el estallido social, la pandemia y la falta de aprobación sostenida que sufre el gobierno. He aquí lo corrompido.
Se hace necesario enfrentar con la corrupción proveniente del pasado, de la historia de chile. Una corrupción que tiene como protagonista al padre, autoritario e inflexible, el colonizador que hasta el momento se las ha arreglado para subyugar a esa raza indómita ante la indiferencia de la madre, del ciudadano trabajador que ha preferido no mirar, aunque también ha sido explotado y abusado.
En la línea uno, que en Ritsema-Katcher se traduce de la siguiente manera, nos encontramos con la siguiente situación:
Vérselas-con la Corrupción del padre.
Poseer la condición-de-hijo.
Antepasados sin falta.
Adversidad, consumar propicio.
b) Vérselas-con la Corrupción del padre.
La intención recibir a los antepasados por-cierto.
Aquí empezamos a enfrentarnos a la corrupción que viene del padre, de nuestro fuero más íntimo: el poder que doblega y somete desde el discurso y con mano de hierro. Es un momento adverso, difícil, de enfrentar al dolor, la incomprensión, la difamación pero no por ello se bajan los brazos. Son las bases de la comunidad las que se reúnen pese a las grandes dificultades, la más grande de ellas es el uso del poder, la violencia, que el padre usa para corregir, para moldear voluntades y conductas. De sobra sabemos que un ambiente violento cria hijos violentos, no tiene sentido ni fundamentos exigir al hijo que no reproduzca las conductas del padre, ni juzgarlo si lo hace.
Luego pasamos a la segunda línea:
a) Vérselas-con la Corrupción de la madre.
No permitir la Prueba.
b) Vérselas-con la Corrupción de la madre.
Adquirir centrando
Aquí lo corrupto adquiere otra arista, cuya incidencia ya enuncie en las líneas anteriores. Existe otra violencia más brutal que aquella de los hechos puntuales. Se trata de la invisibilización, la indiferencia de un pueblo que ha vivido a espaldas de sus raíces indígenas, que utiliza la palabra "indio" como un insulto. Que dice "a mí me gusta el merquén y esos adornos de plata pero ellos no tienen por qué andar quemando camiones, si igual reciben ayudas del estado y nosotros no, así que no tienen nada que estar reclamando más encima" y que no es capaz de mirarse a sí misma. Durante el siglo XX, muchas familias mapuche emigraron a la ciudad. Para conseguir trabajo y evitar las burlas millones dejaron de practicar sus costumbres, varios incluso se cambiaron el apellido. No obstante sus descendientes están revalorizando sus raíces. Ya no guardan la tradición de sus ancestros, muchos la han olvidado, pero están mucho más atentos después del estallido social, saben que el abuso que están sufriendo es el mismo que sus antepasados, y están menos dispuesto a tolerarlo.
Y en la línea 3:
a) Vérselas-con la Corrupción del padre.
Lo pequeño posee arrepentimiento.
Sin lo grande: falta.
b) Vérselas-con la Corrupción del padre.
Consumar sin falta por-cierto.
Los mapuche se vanaglorian que resistieron los esfuerzos de los conquistadores durante siglos, y aún en estos días difíciles las comunidades se reúnen, toman determinaciones, se organizan y actúan. No poseen líderes, pero cada comunidad mantiene sus cacerías, que alimentan grupos virtuales, medios de comunicación, realizan podcast explicativos, son capaces de levantar un pequeño murmullo, suficiente como para que huincas champurriados como yo mismo llegue a informarme y sienta la inquietud de escribir al respecto desde mi falta de precisión en los datos y mi emocionalidad que se conmueve ante aquella injusticia de la cual yo mismo no estoy ajeno.
Y finalmente, silenciosamente, por medio de la información y la difusión la energía inquieta de sun se transforma en la energía voluntariosa y remecedora del trueno, dhsen, que con fuerza se manifiesta ante la tranquila indiferencia de un gobierno alejado de su pueblo allá arriba en la montaña de sus privilegios.
El hexagrama 27, que en este caso complementa nuestro diagnóstico, nos invita, sobre todo a los chilenos, a discriminar la información que recibimos, a qué fuentes validamos. Quizás las oficiales no sean las más adecuadas, quizás tenemos que informarnos un poquito más para saber. Por eso mismo, y a propósito, no entrego muchos datos duros para que investiguen y sean capaces de armarse su propia opinión. Gracias al i ching, y a aquello que he leído a lo largo de los años a través de puedo entregar una versión muy parcial, y además les dejo los siguientes enlaces:
Mensaje Machi Juana Callfunao (vía Facebook)
Mensaje del machi Celestino Córdova en huelga de hambre
Medio de comunicación del pueblo mapuche